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jueves, 7 de mayo de 2020

Atlántida

El Titán Atlas

Atlántida (en griego, Isla de Atlas), fabulosa y mítica tierra de la que habla Platón en Timeo Critias.
 Se refiere a Atlas como el primero que reinó en la Atlántida, hijo del diós Poseidón y la mortal Clito.
Primogénito de diez hermanos, recibió la isla más grande y próspera para gobernar en ella como rey.
 Compartió el nombre con el Titán Atlas, dios responsable de cargar con los cielos sobre sus espaldas.

Según Platón, la Atlántida existió más allá de las Columnas de Heraclesal oeste del estrecho de Gibraltar, en lo que hoy es el océano Atlántico.
Fue teatro de una gran civilización y, según la leyenda, desapareció bajo las aguas a consecuencia de un terremoto e inundaciones que tuvieron 
lugar en el transcurso de un día y una noche. Es posible que estas afirmaciones, que tienen su precedente en las obras de Homero (s.VIII a. C.) y
 en las de Eurípides (484- 406 a. C.) casi contemporáneo a Platón quizá estén basadas en hechos reales, como la desaparición de tierras a causa de
eventos geológicos, tsunamis, erupciones volcánicas, que sufridos por el hombre dieron origen a la transmisión de su recuerdo por tradición oral. 




Platón (387-347 a. C.)

Las Columnas de Hércules

La Atlántida de Platón (traducida también como hija de Atlantis), isla o continente con el emplazamiento señalado, tiene muchas probabilidades de haber existido, según parecen probar los argumentos y datos suministrados en apoyo de la hipótesis por la geología, la zoología y la botánica.

Según la leyenda, la Atlántida desapareció, juntamente con todos sus habitantes, tragada por las aguas en los tiempos más remotos.

Platón, en los diálogos, cuenta que los sacerdotes de Sais (Egipto) describían esta tierra como un gran país, más extenso que Asia Menor y Libia juntos, situado frente a las Columnas de Heracles (actual estrecho de Gibraltar).

En su centro se extendía la más bella y fértil llanura limitada al sur por el mar, estando el resto rodeado por un anillo de montañas.
En el llano se alzaba la capital, magnífica ciudad cuyos palacios y templos se habían construido con piedras blancas, rojas y negras.

Heródoto de Halicarnaso (484-425 a. C.)


Las Columnas de Heracles (o Hércules) fueron un elemento legendario de origen mitológico, referido en la Antiguëdad a los promontorios que flanquean el estrecho de Gibraltar entre España y Marruecos, lugar donde se produce la unión del mar Mediterráneo y el océano Atlántico.
Era el límite del mundo conocido por los griegos hasta que, según el historiador griego Heródoto, Coleo de Samos lo atravesó hacia el siglo VII a. C.

Heracles (o Hércules), estatua en bronce dorado (siglo II d. C.)

Heracles, estatua hallada cuidadosamente enterrada bajo azulejos
con la inscripción: "Fulgor Conditum Summanium" lo cual indica
que: "Fue alcanzada por un rayo y enterrada en el lugar"
Las Columnas de Heracles se han relacionado con la frase
latina:
"Non terrae plus ultra" (No hay tierra más allá).

Desde finales del s. XIX, la controversia sobre la Atlántida entró en una fase de auténtica especulación científica iniciada por el geólogo norteamericano Ignatius L. Donnelly (1831-1901), según el cual:
el relato de Platón sería cierto, y las demás civilizaciones antiguas descenderían de la atlante.



En primer lugar, los actuales archipiélagos de Canarias, Azores y Madeira, todos de origen volcánico, que se vienen considerando desde el s. XVII como restos de esa Atlántida desaparecida, estuvieron un tiempo unidos a los actuales territorios de Marruecos y Mauritania y se cree que pudo existir, si no un continente, sí una cadena de islas de mayor o menor extensión, a modo de puente entre África y las Antillas.

La existencia de tal puente continental entre ambos lados del Atlántico explicaría las similitudes de la fauna y flora terciarias euro-africanas y americanas, así como sus terrenos geológicos y, en otro aspecto, ciertas analogías culturales primitivas de sus habitantes.

En segundo lugar, este puente debió romperse en su parte occidental en la época terciaria, dando origen al mar de los Sargazos:
las Azores y la Isla de Madeira se separaron, luego las Islas Canarias, aunque éstas siguieron unidas a Mauritania hasta la época pos-glacial y dieron origen verosímilmente a la Atlántida descrita por Platón.

Más allá, o sea al otro lado del mundo entonces conocido, existía un gran número de islas menores (quizá las Antillas).
La Atlántida había sido un poderoso reino, y sus ejércitos ocuparon las tierras que se abren al Mediterráneo.
Por ello los griegos, dirigidos por los atenienses, se opusieron a los atlantes y los rechazaron alejándoles hasta sus fronteras.

Finalmente, se produjo el cataclismo geológico que hizo desaparecer la Atlántida.

Es imposible distinguir en esta leyenda lo que pertenece al mito y lo que se basa en hechos reales.




La Atlántida

Mapa de la hipotética localización de la Atlántida

Hipótesis sobre la Atlántida


La Atlántida nunca habría existido físicamente (Angelos Galanopoulos, Spyridon Marimatos, Jacque Cousteau, J. V. Luce).
Pudo ser una catástrofe planetaria y la desaparición de una civilización anterior; los restos de la capital atlante se hallarían
bajo las marismas del Coto de Doñana (Huelva, España), donde habrían sido sepultados tras su destrucción por un tsunami
(Reiner W. Kühne, José Pellicer de Ossau I Jovar, Francisco Fernández, Richard Freund).
El lugar real de la civilización mítica sería el territorio del Gran Valle del Rift o de la antigua Canaán (Jaime Manusevich).
La Atlántida estaría en  algun lugar de Anatolia, Turquía (Peter James); o pudo estar en el altiplano boliviano (J. M. Allen);
 en el Lago Tritonis enTúnez (Robert Graves); o en algún lugar de los países nórdicos, como Dinamarca (Jürgen Sapanuth);
o bien en algúna zona del océano Índico, como Indonesia (Asirio Núñez).
Ling.:Una hipótesis sugiere la similitud fonética entre el origen mítico de los aztecas Aztlán (México) y el término Atlantis.
Mitolog: Aztltan pudo ser una isla fabulosa, de donde las leyendas aztecas dicen que proceden las tribus de lengua nahuatl:
La Atlántida pudo haber estado en las islas Cícladas (Grecia), y se habría sumergido bajo las aguas por una avalancha marina
proveniente de la ruptura de un supuesto istmo que existiría en el estrecho de Gibraltar hasta hace alrededor de 7 500 años.
Podría haber estado situada a lo lago de toda la vertiente atlántica del continente europeo y pudo haber sido el origen de sus
 culturas prehistóricas, habiendo permanecido gran número de ellas hasta la actualidad (Jorge Díaz).
Hipótesis raciales: los atlantes serían la llamada cuarta raza original, a la que sucedería la raza aria (Helena Blavatsky).
Expedición al Tibet en 1938, con el fin de encontrar a los descendientes de los atlantes blancos (Heinrich Himmler).
La raza maestra se llamaría nórdico-atlante, o aria-nórdica (Alfred Rosenberg, ideólogo principal del nazismo).


Críticas sobre las Hipótesis

Hay que señalar la importancia de los diferentes estudios e hipótesis de los historiadores de todos los tiempos en relación al hecho de la existencia de la Atlántida. 
Aún así, académicos y científicos han rechazado con cautela algunas de dichas hipótesis, al considerarlas como:

Pseudociencia: creencia o práctica presentada como científica, pero incompatible con el método científico.

Pseudohistoria: forma de discurso que intenta poner en cuestión el relato histórico, pero que resulta incompatible con el método científico.


Datos Científicos

Los depósitos del cámbrico (era paleozólica) encontrados en la costa oriental de Canadá y de los Estados Unidos presentan un especial interés, porque su fauna no tiene relación con la de otras partes de América del Norte y, en cambio, algunas especies se identifican con las de determinadas localidades europeas.

Y puesto que los invertebrados de los terrenos cámbricos no pudieron haber atravesado los abismos oceánicos, y teniendo en cuenta que la igualdad de los caracteres no puede ser determinada razonablemente en continentes aislados y distantes, se llega a la conclusión de que hubieron de ser posibles las migraciones por aguas bajas entre los bordes laterales de los montes Apalaches y el Viejo Mundo.
Los Apalaches es un sistema orográfico que se extiende por el este de América del Norte, desde Alabama hasta el golfo de San Lorenzo, y termina en los extremos septentrionales de la Isla de Terranova y el estrecho de Belle Isle (Canadá).

Es también sintomático el hecho de que el fondo del Atlántico presente una zona poco profunda, que se extiende desde Groenlandia hacia el sur, y cuyas formas orográficas no encuentran explicación en los procesos normales de sedimentación ni en los movimientos de los fondos marinos, sino que, por el contrario, revelan que debieron de originarse en contacto con el aire, bajo los efectos de la erosión.

Además, del fondo del océano de han extraído, por medio de una sonda, muestras de roca volcánica que únicamente puede proceder de la consolidación de un magma al aire libre.

El argumento, quizá más consistente, es la existencia de la actual cordillera central submarina del Atlántico, que pudo estar en otro tiempo emergida, y cuyos materiales se estudian hoy con toda atención. 
La presencia en ellos de restos de diatomeas de agua dulce hace pensar que formaran parte de un lago, el cual quedaría posteriormente hundido en el mar.

Los geólogos creen que la cordillera submarina del Atlántico sobresalía en otro tiempo de la superficie del agua.
Por otra parte, la aplicación de la técnica del carbono radioactivo al estudio de esos sedimentos les asigna una antigüedad de 12.000 años, muy próxima a la que legendariamente se atribuye la desaparición de la Atlántida.

Según otra hipótesis, el cataclismo volcánico que determinó la destrucción de la Atlántida se sitúa en el 1450 a. C. En ese mismo año tuvieron lugar la destrucción de Sodoma y Gomorra, la lluvia de ceniza caída sobre el Egipto faraónico y las gigantescas olas que acabaron con la civilización de la isla de Creta.
Por consiguiente, tales desastres pudieron tener su origen en el cataclismo del hundimiento de la Atlántida. 

Los geólogos sostienen la hipótesis de que la Atlántida pudo ser un continente que habría ocupado gran parte del actual océano Atlántico, entre América del Norte y Central por un lado, y la costa noroccidental de África por otro. 
Groenlandia, las islas Azores, la isla de Madeira (Portugal) las islas Canarias (España) y las islas de Cabo Verde (frente a Senegal, África) constituirían los últimos vestigios de su hundimiento. 
La cuestión sigue en pie y cabe esperar mayores precisiones científicas que desvelen el misterio.


El Hundimiento de la Atlántida


El Hundimiento de la Atlántida


La Cólera de los dioses
Son numerosos los autores españoles y extranjeros que defienden la hipótesis de que la Atlántida se encontraría sumergida en las marismas del Coto de Doñana (Huelva, España).

National Geographic emitió un documental en 2011, en el que volvía a plantear esta solución al misterio.

La hipótesis más extendida es que la Atlántida se situaría entre el estrecho de Gibraltar y el sur del golfo de Cádiz, Marruecos, la Isla de Madeira y las Islas Canarias.


La Cólera de los dioses

El Timeo de Platón afirma que los atlantes se convirtieron en un pueblo ambicioso y soberbio que intentó expandirse por Europa y Asia, y los dioses decidieron castigarles.

Los atlantes fueron descritos como una raza de hombres y mujeres perfectos, al estilo de los semidioses Hércules o Perseo.

Según la leyenda, la destrucción y el hundimiento de la Atlántida sería la consecuencia de la cólera de los dioses debido a la gran ambición de los atlantes y el castigo por su orgullo y su soberbia.


La Atlántida: ¿mito o realidad?

¿Sería posible que la existencia de la Atlántida no fuera un mito o una leyenda, sino un hecho real?

La única mención que se ha encontrado de la Atlántida en la Antigüedad, y en la cual se basan todas las leyendas posteriores, se encuentra en los textos de Platón: Timeo y Critias.


Timeo 
es un diálogo escrito por Platón en torno al 360 a. C., en el cual se describen los hechos ocurridos en relación a la destrucción de la Atlántida:

"...tras un violento terremoto y un diluvio extraordinario, en un día y una noche terribles, la clase guerrera vuestra se hundió toda a la vez bajo la tierra, y la isla de Atlántida desapareció de la misma manera, hundiéndose en el mar. Por ello, aún ahora el océano allí es intransitable e inescrutable, porque lo impide la arcilla que produjo la isla asentada en ese lugar y que se encuentra a muy poca profundidad..."


Critias, o la Atlántida parece ser una continuación de La República y de Timeo, y es uno de los últimos diálogos de Platón.

Su contenido describe la guerra entre la Atenas prehelénica y la Atlántida, hipotético imperio occidental e isla misteriosa descrita por el sofista Critias.
Éste sostiene que la Atlántida existió en una época muy remota, y la sitúa "más allá de las Columnas de Heracles". 
Dicha isla mitológica fue tragada por el mar y se hundió para siempre.

"...el centro de la isla se caracterizaba por la presencia de la más bella llanura dirigida hacia el mar. Su centro, a su vez, era ocupado por una llana montaña distante cincuenta estadios del océano...
...Poseidón, a su primogénito lo llamó Atlante, o Atlas, del cual derivarán la denominación de la isla Atlántida, como el océano que la circunda, el Atlántico..."



François de Nomé (1593-1634) "Description de la chute de l´Atlantide" (XVII siècle)





Brumas

Lanbroa Volver.. ...y la lluvia en mis ojos y la niebla en mis labios... ...y esas brumas de plata que recue...

Brumas (Lanbroa, 15 de agosto de 2018)

Volver....................y la lluvia en mis ojos y la niebla en mis labios..............y esas brumas de plata que recuerdo y amo...............y esa nostalgia.......................hace tantas lluvias que no volvía............................. Respiro..................y el mar en mi norte y el norte en el viento..............y esos verdes y grises que añoro........que amo...............y esa sensación........................hace tantos mares que no volvía.............................. Llego.....................y las lágrimas en las nubes y el silencio en los tejados...........y esas brumas de musgo que conozco y amo.............y ese dolor.....................hace tantas lágrimas que no volvía.......................... Sonrío....................y la sonrisa en la ventana y la hiedra en los abrazos.........y esas brumas de otoño que adoro........que amo..............y esa alegría..................hace tantas sonrisas que no volvía........................... Hablo.....................y hay silencios que gritan palabras calladas..............y hay voces antiguas en las brumas de nácar..............ese extraño lenguaje que comprendo y amo...............y esa emoción......................... hace tantos silencios que no volvía.............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. ..................... .............. .................. .............. .............. ........... Y recuerdo...............los días pasados..........las caricias perdidas..........las manos de seda..........los besos dormidos..............y esas brumas del tiempo que tanto he amado.....................y esa belleza........................ hace tanto amor que no volvía.....................