Verdad
Concepto básico en todas las filosofías, puesto que lo que éstas en definitiva buscan es la Verdad; pero a la vez depende en sumo grado de los presupuestos filosóficos que se mantengan.
Así, para una filosofía de tipo trascendentalista la verdad vendrá definida por la relación entre un mundo ajeno al sujeto y el sujeto mismo, mientras que para una filosofía de tipo idealista la verdad tendrá valor inmanente al conocer mismo, al margen del mundo exterior.
En cualquier caso, se puede definir la verdad distinguiendo tres niveles:
1) Ontológico: o verdad de la cosa misma en sí. A este nivel caben aún dos distinciones:
a) verdad de la cosa en su intimidad oculta, como opuesto a apariencia, fenómeno, exterioridad de la misma; y
b) verdad de la cosa en cuanto que se acomoda o no a la idea ejemplar (por eje. las ideas de Platón).
2) Gnoseológico: o verdad como adecuación de lo que el sujeto conoce (sensible o intelectualmente) con la cosa en sí, en la realidad.
3) Lógico-formal: o corrección del proceso lógico del sujeto pensante, prescindiendo de que en la realidad las cosas sean así o no: se atiende únicamente al hecho de ajustarse el pensar lógico a las reglas establecidas del mismo; a esta verdad es preferible denominarla "corrección" lógica.
La lógica formal moderna ha añadido a esta noción de "corrección" la de "verificabilidad":
tras haber realizado un razonamiento puramente formal y vacío de contenido, es preciso "verificarlo" en la realidad, con el fin de hallar una verdad completa a nivel de pensamiento y de realidad extramental.
Epiménides el Cretense (siglo VI a. C.), "Paradoja del mentiroso":
se da al decir que Epiménedes declaró que todos los cretenses eran mentirosos.
Si decía la verdad, entonces como él mismo era cretense, debía haber mentido.
Esta paradoja puede expresarse de la manera siguiente:
Si alguien afirma "Ahora estoy diciendo algo falso"
lo que dice sólo es verdad si está diciendo algo falso, lo cual es una contradicción.
Según la filosofía, aparte de ser intrínsecamente desconcertante, esta paradoja plantea un problema a cualquier intento sistemático de construir una teoría semántica:
una teoría de la relación entre el lenguaje y la realidad.
Filosofía Griega
Para los griegos, la verdad era idéntica a la realidad.
La verdad concebida como descubrimiento del ser que se encuentra oculto por el velo de la apariencia.
En la segunda mitad del siglo V a. C., los sofistas se plantean las siguientes preguntas:
¿Se puede conocer la verdad?
¿Es posible para el hombre llegar al conocimiento de la verdad?
¿Puede haber una verdad única?
Relativismo: no existe una verdad absoluta, existe la verdad de cada uno; no hay verdades ni leyes universalmente válidas.
Escepticismo: si existe la verdad absoluta, el hombre no puede llegar a conocerla.
La verdad depende del sujeto, no del objeto, no hay nada esencial, todo es puramente convencional.
Sócrates (470-399 a. C.) no compartía el relativismo y el escepticismo sofista.
Tenía el convencimiento de que existe una verdad de valor absoluto universal.
Según Platón (427-347 a. C.):
"La gente ignora, en efecto, que sin recorrer y explorar todos los caminos es imposible dar con la verdad y adquirir inteligencia de ella"
Aristóteles (384-322 a. C.), considerado junto con Platón padre de la filosofía occidental, dice:
"Platón es mi amigo, pero más amiga es la verdad"
"El castigo del embustero es no ser creído aún cuando diga la verdad"
Filosofía Cristiana
Entre los grandes pensadores cristianos destaca San Agustín (354-430), quien sugería:
"No vayas fuera, vuelve hacia ti mismo. En el ser humano interior reside la verdad"
Thomas de Aquino (1224-1274) reiteró la responsabilidad de decir la verdad por difícil que fuera y cualesquiera que fueran las circunstancias.
En su obra "Suma teológica" (1266/73) afirma:
"No es cierto que a veces se deba mentir. Y no se debería intentar persuadir a nadie de algo que no es verdad"
siglo XVI
Thomas Hobbes (1588-1679), en su obra "Leviatán" (1651) dice:
"Verdadero y falso son atributos del discurso, no de las cosas. Y donde no hay discurso, no hay verdad ni falsedad"
siglo XVII
Según Baruch Spinoza (1632-1677):
"El orden y conexión de las ideas es el mismo que el orden y conexión de las cosas"
Gottfried Wilhelm Leibnitz (1646-1716) distingue entre las verdades contingentes y necesarias.
Según Leibnitz: buena parte de la historia es contingente, es decir, que podría haber sido de otro modo a como realmente ha sido.
Las verdades que no son contingentes son necesarias, es decir, no habrían podido ser de otro modo.
Leibnitz sostenía que, como la mente de Dios es infinita, puede deducir lógicamente cualquier verdad de cualquier otra, aunque eso requiera un número infinito de pasos.
No obstante, la mente humana es finita, y por tanto hay ciertas verdades que no pueden ser deducidas por la razón.
Estas verdades, que se conocen por otros medios (por eje. por los sentidos) son las verdades contingentes.
Gianbattista Vico (1668-1744):
"Verum et factum reciprocantur seu convertuntun"
(Verdadero y hecho se convierten recíprocamente en lo mismo).
siglo XVIII
Immanuel Kant (1724-1804) es conocido por denunciar el error absoluto de la mentira.
Es famoso su ejemplo de que sería incorrecto mentir incluso para salvar la vida de quien estuviera huyendo de un posible asesino.
Kant tiene dos razones para mantener esta posición:
1) la primera es lógica y deriva de su imperativo categórico:
defiende que la mentira como excepción presupone que lo normal es decir la verdad;
2) la segunda razón es que mentir a otro no es tratar como igual ni como fin en sí mismo.
Kant ha sido muy criticado por esta posición.
Arthur Schopenhauer (1788-1860) fue contundente con él al mantener que, lejos de ser una ofensa moral, mentir puede ser a veces admirable.
Mientras que los kantianos no permiten excepciones, ni siquiera mentiras benevolentes en situaciones extremas, se suele pensar que el utilitarismo ordena mentir si la mentira sirve al bien mayor.
No obstante, los utilitaristas podrían negarse a permitir excepciones diciendo que, a la larga, decir la verdad es mejor para todo el mundo, aunque en algunos casos comporte grandes costes.
Jeremy Bentham (1748-1832), fundador del utilitarismo, afirma:
"La falsedad, tomada por sí misma..., nunca puede, en función de un principio de utilidad, constituir una ofensa en absoluto"
Según Bentham, una mentira jamás puede ser considerada por sí misma y siempre cobra sentido dentro de un contexto social.
Un argumento que quizá resultaría aceptable tanto para los kantianos como para los utilitaristas es que mentir destruye la confianza y, además, erosiona las relaciones humanas.
siglo XIX
Sören Kierkegaard (1813-1855) suele ser considerado un precursor de la corriente existencialista en filosofía.
Entre las directrices del pensamiento existencialista están la desconfianza hacia los sistemas formales que pretenden presentar la "verdad esencial"; la insistencia en la respuesta individual a la situación humana y la preferencia por un estilo filosófico más intenso y personal.
El famoso lema de Kierkegaard: "Verdad es subjetividad" implica que, en cuestiones de moralidad y religión, resulta completamente inapropiado confiar en las herramientas objetivas de la erudición académica o del método científico: el análisis formal de doctrinas y la evaluación de las pruebas.
En sus "Diarios" escribe:
"La cosa es encontrar una verdad que sea verdad para mí, encontrar la idea por la que pueda vivir y morir"
Algunos filósofos han expuesto la absoluta futilidad de esperar que la verdad pueda ser analizada.
La influencia de la teoría minimalista sostiene que la verdad no es una propiedad sustancial o un rasgo de las creencias y declaraciones, de modo que no existe una "naturaleza escondida" que una teoría de la verdad tendría que descubrir.
Los minimalistas argumentan que afirmar que una declaración particular es verdadera sólo es otra manera de afirmar esa declaración.
C. S. Pierce (1839-1914), fundador del pragmatismo, definió la verdad como aquello que la humanidad llega a creer a largo plazo.
Los pragmáticos evitan la especulación metafísica al definir la verdad en función del resultado de la investigación.
A la hora de evaluar una idea, la cuestión más importante para todos los pensadores pragmáticos es: "¿Cuál sería la diferencia si la aceptáramos?"
La decisión más sensata se basa en aplicar este concepto a lo que se puede conseguir.
Esto lleva a la definición alternativa de verdad dada por el pragmático William James (1842-1910):
"Verdad es aquello que resulta útil creer"
En la obra de John Dewey (1859-1952), el pragmatismo simplemente asume que el propósito de la filosofía es desarrollar ideas que ayuden de manera práctica.
Según Edmund Husserl (1859-1938):
"La evidencia no es otra cosa que la "vivencia" de la verdad"
siglo XX
William V. O. Quine (1908-2001) demostró que no existe una distinción simple entre lo que es verdad en virtud del significado de las palabras y lo que es verdad en virtud de un hecho significativo.
El abandono de esta clásica distinción filosófica ha tenido consecuencias radicales en la práctica de la filosofía.
José Ferrater Mora (1912-1991) sostiene que:
"Si el pensamiento es pensamiento de la realidad, la verdad del pensamiento será la misma que la verdad de la realidad, pero también la verdad de la realidad será la misma que la del pensamiento; el orden y conexión de las ideas serán, como decía Spinoza, los mismos que el orden y conexión de las cosas"
Michel Foucauld (1926-1984) vincula las limitaciones del pensamiento con las de la libertad.
En la cultura de un tiempo y lugar, hay cosas que no se puede pensar y actos que se impide realizar. Cada uno de estos impedimentos refuerza el otro, de modo que, al final, el poder conforma la verdad.
En su obra "Verdad y poder" dice:
"La verdad es una cosa de este mundo: se produce únicamente en virtud de múltiples formas de represión"
Foucauld suele dar la impresión de que piensa que la verdad también es relativa al episteme (o conocimiento exacto), de modo que cuando las personas razonan según las prácticas de su época, las conclusiones a las que llegan son verdaderas para ellas.
Pero a los intérpretes de Foucauld no les queda nada claro si se dispone de alguna base para considerar que, según éste, la verdad sea relativa.
La palabra verdad, tal como él la emplea, significa "lo que la gente cree"
Los filósofos están interesados en la verdad porque están implicados en descubrir verdades respecto al mundo; pero también pretenden entender la naturaleza de la verdad misma.
¿Cómo se puede comprender la naturaleza de la verdad?
La posición habitual en esta cuestión se basa en que el amplio desacuerdo respecto a la naturaleza de la verdad demuestra que ésta es muy relativa.
Según este punto de vista: nada sería una verdad absoluta.
Por tanto, se podría preguntar qué significa en realidad el concepto de verdad.
La verdad se define como:
"Conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente"
"Conformidad de lo que se dice, con lo que se siente o se piensa"
"Propiedad que tiene una cosa de mantenerse siempre la misma sin mutación alguna"
"Juicio o proposición que no se puede negar racionalmente"
Es posible que haya pocos conceptos tan complejos como los de verdad y realidad.
Según Aristóteles (384-322 a. C.): "La única verdad es la realidad"
Tal vez se podría incluso pensar que la única realidad es la verdad.
Según Aristóteles (384-322 a. C.): "La única verdad es la realidad"
Tal vez se podría incluso pensar que la única realidad es la verdad.