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Gian Lorenzo Bernini (1598-1680), "Truth unveiled by Time" (1645-1652)
En este mundo -dicen- plagado de tótems irrefutables, donde la alienación humana campa por sus anchas: el pensamiento crítico, el conocimiento, el aprendizaje, la duda, la reflexión, se presentan como retos que evitarán quizá que el individuo alienado quede atrapado en un laberinto sin salida. Evitar certezas, prejuicios, no aferrarse a verdades absolutas, cuestionarse continuamente lo sabido, lo aprendido, no aceptar el pensamiento único. Que la libertad es sólo un concepto abstracto -dirán-, o que la verdad es algo ambiguo y escurridizo y que, posiblemente, ni siquiera existe como tal.
Según Aristóteles:
"Decir de lo que es que no es, o de lo que no es que es, es lo falso; decir de lo que es que es, y de lo que no es que no es, es lo verdadero"
Aristóteles (384 a. C.-322 a. C.) Met., T, 7, 1011 b 26-8 |
Naturaleza de la Verdad
La posición habitual en esta cuestión se basa en que el amplio desacuerdo respecto a la naturaleza de la verdad demuestra que ésta es relativa a la comunidad, e incluso al individuo.
Según este punto de vista, nada es una verdad absoluta. De hecho, esta visión se basa en una confusión.
Desacuerdo no implica relatividad: la verdad puede ser difícil de descubrir, pero esto no significa que sea relativa a otra cosa que los hechos, o a cómo son las cosas.
La cuestión de la naturaleza de la verdad es muy diferente del tema de cómo se sabe lo que es verdad.
Considerando, por ejemplo, una teoría tradicional sobre la verdad: la verdad consiste en la coherencia de una serie de creencias.
Dada esta definición, decidir qué creencias son verdaderas significa identificar a las que son coherentes.
En la práctica, esto puede resultar muy difícil, lo que no es sin embargo, un argumento contra la idea subyacente de que la verdad sólo es coherencia.
Actualmente esta teoría no tiene una amplia aceptación, pero no debido a que las verdades particulares sean difíciles de conocer.
Una teoría alternativa es la que establece la verdad de una declaración según su correspondencia con un hecho (lo que es).
El problema de la teoría de la correspondencia es que parece estar vacía de contenido. Si un hecho es lo que proporciona una teoría informativa de la verdad, debe tener algún contenido independiente de la noción de verdad; pero resulta difícil definir hecho si no es como "lo que una declaración verdadera afirma".
Así, dicha teoría sólo parece otro modo de decir que las declaraciones verdaderas son verdaderas en función de cómo son las cosas en el mundo.
Esto es innegable, pero: ¿Merece recibir el calificativo de análisis o teoría de la verdad?
Poética y Poesía
Los filósofos están interesados en la verdad, porque están implicados en descubrir verdades respecto al mundo.
Sin embargo, otros estudiosos del conocimiento, del arte, del lenguaje, pretenden también entender la naturaleza de la verdad misma.
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G. L. Bernini, "Verità svelata dal Tempo" (1646/52)
Poética: (del griego, poietikè) significa arte del hacer, del producir. Bajo esta misma denominación es conocida la obra aristotélica que trata del arte. Posteriormente, las obras que han recibido el título de poética han expuesto unas veces teorías sobre la naturaleza del arte, y otras un conjunto de normas que debían servir como cánones de poesía para los poetas de cada época. Actualmente, suele definirse como poética toda teoría que no explique lo que es el arte, sino cómo debe ser. Sin embargo, no debe pensarse que la poética afecta sólo al artista: se revela también como una valiosa ayuda para la crítica y la historia literaria; por lo tanto, puede afirmarse que toda lectura está comprometida a asumir por sí misma los principios operativos del artista, es decir a reconstruir desde dentro la personalidad del artista, así como la cultura y la civilización de las que él participa. Y puesto que cada artista vive en su época según una relación de dialéctica activa, no puede darse valor absoluto a ninguna poética. Cuando se habla de ésta en sentido amplio refiriéndose a una época literaria, quiere decir que varios artistas, aparte de los lazos de una cultura, de un gusto literario, de determinadas normas estilísticas y lingüísticas, tienen en común la conciencia de hacer arte en una determinada dirección. No obstante, aunque en este aspecto más amplio la poética tiene tiene también validez, en sentido propio está íntimamente ligada al mismo obrar artístico. En este ámbito: ¿Pretendería el artista expresar con su obra la naturaleza de la verdad?
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G. L Bernini, "Verità svelata dal Tempo" (1645/52)
Poesía: composición verbal en la cual la expresión de sentimientos o imágenes, la narración de vicisitudes reales o imaginarias, y hasta la exposición de conceptos científicos o filosóficos, no se confía únicamente al significado de las palabras y de sus nexos, sino también a una ordenación formal de las mismas, con el fin de aprovechar sus valores fonéticos y sugestivos. En la composición poética desempeña por tanto un papel esencial el juego de los acentos, tónicos o rítmicos, el de las terminaciones de los vocablos ordenados de modo diverso, el de las interrupciones de sentido, es decir, la división de una frase en dos para no quebrantar las leyes del ritmo o las de la rima. Todo esto tiene un desarrollo diverso según las leyes fonéticas y gramaticales de las diversas lenguas, y está condicionado por el cambio de los gustos y de las normas poéticas. Los elementos de la poesía se pueden reducir a los siguientes: el tema o contenido, la materia y la forma. Tal vez la más perfecta definición de la poesía sea la que formuló el poeta Dante Alighieri (c. 1265-1321), quien escribió en su obra "Convivio" (1304/07) que la poesía estaba hecha de palabras: "armonizadas y como unidas en un mosaico". De aquí se deduce que resulta bastante complicado el intentar traducir una poesía de una lengua a otra, sin romper todo el sentido de sus palabras y la belleza de su armonía. La poesía se distingue de la prosa, porque en ésta la forma de las palabras está al servicio del significado, mientras que en aquella el significado existe también en la forma, por la forma. |
Minimalismo y Pragmatismo
Algunos filósofos han expuesto la absoluta futilidad de esperar que la verdad pueda ser analizada.
La influencia de la teoría minimalista sostiene que la verdad no es una propiedad sustancial o un rasgo de las creencias y declaraciones, de modo que no existe una naturaleza escondida que una teoría de la verdad tendría que descubrir. Los minimalistas argumentan que, afirmar que una declaración particular es verdadera sólo es otra manera de afirmar esa declaración.
Uno de los problemas de la teoría minimalista de la verdad es que, si la verdad no es una característica sustancial de las creencias, entonces: ¿Para qué se quiere buscar?
No obstante, la verdad es la meta de muchas de las actividades humanas, entonces: ¿Cómo explican esto los minimalistas?
La respuesta conocida como pragmática sitúa el valor de la verdad en que las verdaderas creencias hacen que las acciones tengan éxito.
Estos dos planteamientos, minimalismo y pragmatismo, pueden combinarse de la manera siguiente: una creencia es verdadera cuando las acciones basadas en ésta tienen éxito, pues esto implica que las cosas son como la creencia dice que son.
Este planteamiento combinado está en concordancia con la visión pragmática de que el valor que se asigna a la búsqueda de la verdad se explica porque las creencias verdaderas ayudan a que la acción tenga éxito; y con la visión minimalista de que no hay necesidad de postular que la verdad tiene una naturaleza oculta. Así pues, la explicación última sobre la naturaleza de la verdad puede basarse tanto en la economía del lenguaje como en las realidades prácticas de la acción humana.
Verità svelata dal Tempo
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Gian Lorenzo Bernini (1598-1680), "La Verdad descubierta por el Tiempo" (1645-1652)
"Verità svelata dal Tempo" es una bella escultura realizada por el gran escultor italiano Bernini entre 1645 y 1652. Su idea original, atestiguada por bocetos iniciales, era realizar una escultura con el tema "La Verdad descubierta por el Tiempo". Éste último, en forma de un torbellino, desnudaba violentamente a la Verdad. La imagen de la Verdad quedó plasmada, desnudada con violencia, pero no así la representación del Tiempo. Además, incluye una especie de sol que la Verdad sostiene entre sus manos y que simbolizaría la Verdad que al fin es descubierta. ¿Significa tal vez la obra de Bernini que el Tiempo finalmente podrá desvelar a través del arte y la belleza la naturaleza de la Verdad? |