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martes, 17 de octubre de 2023

Machado

 




Leandro Oroz (1883-1933), "Antonio Machado y su Musa" (1915)

"Nunca perseguí la gloria
ni dejar en la memoria
 de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles
 como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse"

"Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar"

Antonio Machado (1875-1939), "Campos de Castilla" (Proverbios y Cantares, CXXXVI) 





Biografía

Retrato de los padres de Antonio Machado
 Antonio Machado Álvarez (1846-1893) y Ana Ruiz Hernández (1854-1939)


"He andado muchos caminos,
 he abierto muchas veredas;
he navegado en cien mares
 y he atracado en cien riberas.
En todas partes he visto
 caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos
 borrachos de sombra negra"
 
Y en todas partes he visto
 gente que danzan o juegan,
cuando pueden, y laboran
 sus cuatro palmos de tierra.
Son buenas gentes que viven,
 laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos
 descansan bajo la tierra"

A. Machado, "Campos de Castilla", (Proverbios y Cantares,1907/1917) 

Machado es considerado hoy como el mayor poeta de la lírica española contemporánea.

1875: Nacido en Sevilla, el 26 de julio, por razones familiares se estableció con su familia en Madrid, donde realizó sus estudios secundarios, junto a su hermano Manuel (1874-1947) en la Institución Libre de Enseñanza.

Estaba caracterizada por sus ideas progresistas.
A su fundador, Francisco Giner de los Ríos (1839-1915), Machado le dedicó una bella composición.

1898 a 1901: residió en París, trabajando para la Editorial Garnier donde se relacionó con numerosos escritores franceses y de otros países europeos.

En París conoció a Rubén Darío (1867-1916), pero nunca se sintió atraído por el preciosismo modernista.

1907: obtuvo la cátedra de francés en el Instituto de Soria; la estancia en esta ciudad castellana influyó decisivamente en su formación lírica y humana.

1909: el 30 de julio contrajo matrimonio con la joven de 15 años Leonor Izquierdo (1894-1912).

1910: volvió de nuevo a Francia para seguir los cursos de Henri Bergson (1859-1941), filósofo y escritor francés, cuyos cursos ejercerían sobre Machado una profunda influencia.
 
1912: falleció su esposa a los 18 años de edad.
Su muerte dejó en Machado un profundo dolor, lo que le hizo pedir el traslado a Baeza.

Posteriormente se trasladó a Segovia, donde logró alternar la docencia en el Instituto de dicha ciudad con sus viajes a Madrid.

1926: comenzó a escribir obras teatrales en colaboración con su hermano.

1927: ingresó en la Real Academia Española.

1932: ejerció como profesor en Madrid.

Posteriormente se le destinó al Instituto Calderón, en Madrid, y en esta ciudad llevó una vida brillante y jalonada de éxitos, escribiendo incansablemente poesía y tratados poéticos-filosóficos.

La guerra española de 1936-1939 le sorprendió en Madrid y, de acuerdo con su ideario político, se alineó junto a la República, esto es, tomando parte a favor de los republicanos. 

1939: se vio obligado a refugiarse en Colliure (Francia).
Machado moriría allí poco después.


Machado está considerado como el representante lírico de la generación del 98.

Aunque nació en Sevilla, sintió una gran pasión por Castilla, sus gentes y su paisaje, hasta el punto de identificar la sequedad del alma castellana con su propio espíritu austero y sencillo.


El rincón de la Alberca, uno de los patios del Palacio de Dueñas (Sevilla)
(en una de sus viviendas de alquiler nació Antonio Machado)

"Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
 y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierra de Castilla,
 mi historia, algunos casos que recordar no quiero.

Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
 _ya conocéis mi torpe aliño indumentario_,
mas recibí la flecha que me asignó Cupido,
 y amé cuanto ellas pueden tener de hospitalario.

Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
 pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
 soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.

Desdeño las romanzas de los tenores huecos
 y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
 y escucho solamente, entre las voces, una.

Converso con el hombre que siempre va conmigo
 _quien habla sólo espera hablar a Dios un día_
 mi soliloquio es plática con ese buen amigo
 que me enseñó el secreto de la filantropía.

Y al cabo, nada os debo; me debéis cuanto he escrito.
 A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
 el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.

Y cuando llegue el día del último viaje,
 y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo, ligero de equipaje,
 casi desnudo, como los hijos de la mar"

Antonio Machado, "Campos de Castilla" (Retrato, XCVII) 


Poemas

El primer libro "Soledades" (1899-1907) es un conjunto de poemas, impregnado en melancolía, y de presagios en los que, a través de delicados toques de paisaje y de temas humildes, supo expresar la intimidad de su propia alma.

Su libro "Campos de Castilla" (1907-1917), constantemente ampliado, está considerado como su obra maestra; su temática es mucho más filosófica y trascendente y en él está incluido el trágico romance, de inspiración épica "La tierra de Alvargonzález".

Poesías del mismo libro son también:
"A orillas del Duero", "Del pasado efímero" y "Por tierras de España", en los que el autor parece encontrarse consigo mismo.
Completan la obra una serie de poemas dedicados a Andalucía; otros, al paisaje castellano; evocaciones de su esposa muerta, y elogios sinceros a sus amigos y compañeros.

Su último libro de versos fue "Nuevas Canciones" (1924), el cual para algunos críticos es su obra definitiva; aunque, si bien es fundamental para conocer el pensamiento del poeta, no posee ni la grandeza ni la variedad de la obra anterior.
Las cancioncillas populares, las sentencias, refranes glosados y dichos, se revisten de una intencionalidad muy peculiar, poseyendo un claro matiz filosófico.

Aunque no se adhirió a ninguna escuela, Machado está considerado actualmente como el poeta más logrado y perenne de la lírica española contemporánea, siendo su influencia decisiva sobre las generaciones posteriores.
En constante creación, inventó dos personajes, intérpretes de su propio pensamiento, Abel Martín y Juan de Mairena, bajo cuyos nombres escribió las obras:
"El Cancionero Apócrifo de Juan de Mairena (1936) y "Los complementarios de Abel Martín" (1957), en donde expuso con toda claridad su ideología.


Leonor Izquierdo (1894-1912)
El día de su boda con Antonio Machado (30 de julio de 1909)

"Soñé que tú me llevabas
por una blanca vereda,
en medio del campo verde,
hacia el azul de las sierras,
hacia los montes azules,
una mañana serena.

Sentí tu mano en la mía,
tu mano de compañera,
tu voz de niña en mi oído
como una campana nueva,
como una campana virgen
de un alba de primavera.
¡Eran tu voz y tu mano,
en sueños, tan verdaderas!...
Vive, esperanza; ¡quién sabe
lo que se traga la tierra!"

A. Machado "Campos de Castilla" (CXXII) 04/04/1913 
Generación del 98: conjunto de escritores que, influidos por los acontecimientos históricos ocurridos en España en torno al año 1898, comenzaron su labor literaria a partir de los años cercanos y posteriores inmediatamente a dicha fecha.
Las principales figuras de este grupo fueron:

Miguel de Unamuno (1864-1936);
Jacinto Benavente (1866-1954);
Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936);
Ramón Menéndez Pidal (1869-1968);
Pío Baroja (1872-1956);
Azorín (1873-1967);
Ramiro de Maeztu (1874-1936);
Manuel Machado (1874-1947);
Antonio Machado (1875-1939).

Y como predecesores:
Ángel Ganivet (1865-1898); 
Rubén Darío (1867-1916).

Procedentes de sitios diversos, une a la Generación del 98 el paisaje de Castilla, en lo estético; y la preocupación por lo trascendente, en lo espiritual.

Los rasgos característicos de los escritores del 98 son:
1) proximidad en los años de nacimiento;
2) convivencia personal;
3) gusto por los actos colectivos organizados exclusivamente por y para ellos;
4) rasgos intelectuales muy próximos;
5) respeto a un jefe, que en este caso fue Unamuno;
6) empleo riguroso del idioma;
7) ruptura con la anquilosada generación anterior.
También se puede observar en ellos un profundo amor a España y una exaltación del paisaje castellano.

La Generación del 98 fue un movimiento ideológico y literario español que hizo de una interrogación sobre España el centro de sus preocupaciones.
Ante el "desastre de 1898" (con el que España perdía las últimas colonias de ultramar) y el deplorable ambiente político, social y cultural del país, una angustia envolvía a estos jóvenes intelectuales, deseosos de redescubrir el alma de una España más verdadera y más profunda.

Es a través del paisaje y del sentido de la historia como, revisando los antiguos valores e imponiéndose una especie de duda cartesiana, provocaron el nacimiento de una literatura que no fue otra cosa que un examen de conciencia; se trataba de "actuar", de "poner al descubierto las miserias", "todas las llagas sociales" y encontrar soluciones.

Sin dejar de sentirse arraigados a su tierra, el País Vasco (Unamuno, Baroja, Maeztu); Galicia (Valle-Inclán); el Levante (Azorín); Andalucía (Ganivet, los hermanos Machado), todos ellos vieron, no obstante, en la austeridad y en la sobriedad del paisaje de Castilla el fondo esencial del "alma española" -según dicen- "adusta, mística, inmutable a través de los siglos"

Sobre la historia lanzaron una mirada nueva, esforzándose por descubrir su intimidad y su autenticidad, los grandes valores de la patria y las causas de los problemas de la época.
Su principal deseo era descubrir  el contenido humano, español y eterno de toda obra.
Una vez formada esta nueva idea del "alma y de la vida españolas", habría que preguntarse por el futuro de España.

En un primer momento, la nueva generación creyó que la solución consistía en reconstruir el país, en europeizarlo, reorganizando su economía, su vida social y cultural.
El primer impulso fue mirar más allá de nuestras fronteras.
Después se impuso la idea de que había que tener contactos con Europa, pero sin llegar a una asimilación total.

No se podía olvidar, por otra parte, la gran influencia que sobre la Generación del 98 ejercieron grandes pensadores europeos como Arthur Schopenhauer (1788-1860), Soren Kierkegaard (1813-1855) y Friedrich Nietzsche (1844-1900).

Mas intelectuales que hombres de acción, los escritores del 98 tuvieron el gran mérito de haber recordado a Europa que España existía, y de haber planteado los problemas del país en términos de universalidad.  


Joaquín Sorolla (1863-1923), "Antonio Machado" (1918)

"_No sé que dice tu copla riente
de ensueños lejanos, hermana la fuente"

"...y estoy solo, en el patio silencioso,
buscando una ilusión cándida y vieja;
alguna sombra sobre el blanco muro,
algún recuerdo, en el pretil de piedra
de la fuente dormido, o en el aire,
algún vagar de túnica ligera"

A. Machado, "Soledades" (Recuerdo infantil, V) 

"...así voy yo, borracho melancólico, 
guitarrista lunático, poeta, 
y pobre hombre en sueños, 
siempre buscando a Dios entre la niebla" 

A. Machado, "Soledades" (Galerías, (LXXVII)
Antonio Machado  es uno de los principales representantes de la Generación del 98 que, tras el desastre colonial de Cuba, se esforzaba por recuperar los verdaderos valores de España.

Dotada de una gran variedad temática, su obra poética desarrolló las principales ideas de este movimiento:
mostrando una visión pesimista de la realidad presente en la época, puso toda su esperanza en una España regenerada.

Sin embargo, las alusiones a su vida personal no están ausentes:
la emoción ocupa un lugar esencial en su obra.

Continuando la tradición lírica española, Machado estaba convencido de que la misión del poeta consiste en hacer eterno lo fugitivo.



Analizando su obra:

En "Soledades" (1899-1907):
 multiplica los símbolos, medita sobre los vínculos que unen pasado y presente, vida y muerte.

Yo voy cantando viajero
 a lo largo del sendero...
_la tarde cayendo está_.
"En el corazón tenía
"la espina de una pasión; 
"logré arrancármela un día:
"ya no siento el corazón.
Mi cantar vuelve a plañir:
"Aguda espina dorada,
"quién te pudiera sentir
"en el corazón clavada"

A. Machado, "Soledades" (XI)



En "Campos de Castilla" (1907-1917):
cambia el contexto y se modifica sensiblemente la perspectiva.
Ahora se trata de una dimensión colectiva: a través de la descripción de los paisajes, de los pueblos y de los hombres, reflexiona sobre la injusticia social y manifiesta el deseo de despertar al país de su letargo.

"En la desesperanza y en la melancolía 
de tu recuerdo, Soria, mi corazón se abreva. 
Tierra de alma, toda, hacia la tierra mía, 
por los floridos valles, mi corazón te lleva" 

A. Machado, "Campos de Castilla" (Recuerdos, XV) 1912 


Firma de Antonio Machado (1920)

"¿Quién me presta una escalera
para subir al madero,
para quitarle los clavos
a Jesús el Nazareno?"
(Saeta popular)

"¡Oh, la saeta, el cantar
al Cristo de los gitanos,
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar!
¡Cantar del pueblo andaluz,
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz!
¡Cantar de la tierra mía,
que echa flores
al Jesús de la agonía,
y es la fe de mis mayores!
¡Oh, no eres tú mi cantar!
¡No puedo cantar, ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!

A. Machado, "Campos de Castilla (La Saeta, CXXX) 
"Tan pobre me estoy quedando, 
que ya ni siquiera estoy 
conmigo, ni sé si voy 
conmigo a solas viajando" 

A. Machado, "Campos de Castilla" (Otro viaje, CXXVII)



En "Nuevas Canciones" (1917-1930):
Machado recupera la inspiración de su primer libro, tomando el recuerdo como punto de partida para la meditación sobre el destino del hombre.

"Cuando murió su amada 
pensó en hacerse viejo 
en la mansión cerrada, 
solo, con su memoria y el espejo 
donde ella se miraba un claro día. 
Como el oro en el arca del avaro, 
pensó que guardaría 
todo un ayer en el espejo claro. 
Ya el tiempo para él no correría" 

A. Machado, "Nuevas Canciones" (Los ojos, CLXII)


Leandro Oroz (1883-1933), "Antonio Machado" (1925)

"Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo, te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón"

A. Machado, "Campos de Castilla" (Proverbios y cantares, LIV) 








Entre 1924 y 1932, escribe poemas de un mayor contenido intelectual.

Cultivó también el teatro y fue, además, autor de libros que recogen sus reflexiones estéticas o filosóficas.

Más tarde escribió algunos poemas como:
"Canciones a Guiomar" y "Meditación"

Finalmente, a partir de 1936 y resueltamente comprometido en la guerra de España, colaboró con diversos periódicos de carácter político.



Julián Marías decía:

"¿Es Antonio Machado el mejor poeta español de nuestro tiempo?

Antonio Machado es otra cosa: un poeta irrenunciable.

Era un hombre sencillo, modesto, desaliñado, desmañado, que nunca tuvo dinero, ni puestos brillantes, ni demasiada fama:
pero fue un hombre genial.

Alguien que nos dio una nueva manera de mirar la realidad.

Nos dio la interpretación poética de las cosas.

Al leerlo, revivimos con él la desesperanza, la melancolía, el recuerdo, la presencia de esas "tierras tan pobres que tienen alma", los largos ríos, los álamos del amor, la "razón y la locura/ y amargura/ de querer y no poder/ creer, creer y creer", la aguda espina dorada de una pasión, los caminos polvorientos...

Fue un hombre libre, fiel a sí mismo.
Y nos dio su autenticidad"

Julián Marías (1914-2005)



Álvaro Delgado (1922-2016), "Retrato de Antonio Machado"

"Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar"

A. Machado, "Campos de Castilla" (Proverbios y Cantares, XLIV)



Tumba de Antonio Machado y de su madre Ana Ruiz
(en el cementerio de Colliure, Francia)





Brumas

Lanbroa Volver.. ...y la lluvia en mis ojos y la niebla en mis labios... ...y esas brumas de plata que recue...

Brumas (Lanbroa, 15 de agosto de 2018)

Volver....................y la lluvia en mis ojos y la niebla en mis labios..............y esas brumas de plata que recuerdo y amo...............y esa nostalgia.......................hace tantas lluvias que no volvía............................. Respiro..................y el mar en mi norte y el norte en el viento..............y esos verdes y grises que añoro........que amo...............y esa sensación........................hace tantos mares que no volvía.............................. Llego.....................y las lágrimas en las nubes y el silencio en los tejados...........y esas brumas de musgo que conozco y amo.............y ese dolor.....................hace tantas lágrimas que no volvía.......................... Sonrío....................y la sonrisa en la ventana y la hiedra en los abrazos.........y esas brumas de otoño que adoro........que amo..............y esa alegría..................hace tantas sonrisas que no volvía........................... Hablo.....................y hay silencios que gritan palabras calladas..............y hay voces antiguas en las brumas de nácar..............ese extraño lenguaje que comprendo y amo...............y esa emoción......................... hace tantos silencios que no volvía.............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. ..................... .............. .................. .............. .............. ........... Y recuerdo...............los días pasados..........las caricias perdidas..........las manos de seda..........los besos dormidos..............y esas brumas del tiempo que tanto he amado.....................y esa belleza........................ hace tanto amor que no volvía.....................