Charles Meynier (1763/8-1832), "Apollo" (1798) Apolo: dios de la luz, la elocuencia, la poesía y las bellas artes, con Urania: musa de la astronomía, la poesía didáctica y las ciencias exactas |
I. Introducción a la Literatura de la Edad Media:
La Lírica Primitiva. La Épica Medieval
1. Introducción a la Literatura Medieval:
En la literatura de los pueblos modernos, el primer gran período que se distingue es la Edad Media:
momento crucial en que se inicia el cultivo literario de las lenguas romances y comienza el desarrollo de los distintos géneros y formas literarias.
Este concepto de Edad Media o Medioevo fue creado por los humanistas de la Edad Moderna para designar con él la época intermedia entre la Antigüedad y el Renacimiento.
Desde un punto de vista histórico, es el período que va de la caída del Imperio Romano de Occidente (año 476) a la toma de Constantinopla por los turcos (1453) y al comienzo de los grandes descubrimientos geográficos y del denominado nuevo mundo (1492).
Aunque el concepto de Edad Media no tiene aquel sentido peyorativo de "edad oscura" que los humanistas le daban.
No hay en absoluto un olvido de las letras y del saber de la Antigüedad, sino más bien una continuidad, y desde luego existe una creación artística muy original y válida por sí misma.
En lo político, es la época de formación de los pueblos europeos y de su conciencia nacional.
En lo social, es una etapa de rígida organización y estructura de la sociedad, la cual se divide en tres estamentos perfectamente jerarquizados:
los clérigos, el mundo de la religión y la cultura;
los caballeros, el mundo de las armas y el gobierno;
el mundo del comercio y la agricultura.
1.1 La literatura española medieval
La poesía es el género más fecundo:
durante casi toda la Edad Media es una poesía narrativa y con pretensiones didácticas, obra de juglares y clérigos.
La prosa está dominada también por una orientación didáctica, pero progresivamente se va extendiendo su uso al mundo de la ficción: primero el cuento y el relato breve, y luego la novela, ya enteramente ficticia.
El teatro es el género que tal vez alcanzase aún un menor desarrollo literario.
No comenzaría a cobrar complejidad artística y a ampliar sus esquemas representacionales hasta el siglo XV.
"La Celestina" (1499), de Fernando de Rojas (1465-1541), es considerada como la gran obra que cierra el período literario medieval.
2. La Lírica Primitiva
Por tanto, las jarchas están compuestas en una lengua romance muy antigua (el mozárabe), y el resto de la moaxaja lo está en árabe o en hebreo, fundiéndose así, de una manera muy original, dos mundos poéticos distintos: el hispánico y el semítico, el occidental y el oriental.
Tan antiguo y popular es ese canto amoroso que inspira las jarchas, que se halla también en la poesía primitiva de muchos pueblos europeos, y vuelve a encontrarse en las cantigas de amigo gallego-portuguesas del siglo XIII y en los villancicos castellanos del siglo XV.
Giovanne Baglioni, "Calliope" (la de la bella voz) Musa de la elocuencia, la belleza y la poesía épica o heroica (canción narrativa) |
Anónimo villancico castellano:
"Al alba venid venid venid, buen amigo,
al alba venid.
Amigo, el que yo más quería,
venid al alba del día.
Amigo, el que yo más amaba,
venid a la luz del alba.
Amigo, el que yo más quería,
venid a la luz del día.
Venid a la luz del día,
non traváis compañía
Venid a la luz del alba,
non traigáis gran compagna"
3. La Épica Medieval
El género seguramente más característico y original de toda la poesía de la Edad Media fue la épica:
narraciones en verso sobre hechos famosos de los héroes del pasado histórico.
A esos poemas, muy difundidos desde el siglo XI en Francia y en España, se les denominó: cantares de gesta.
Fueron compuestos por juglares, una especie muy singular de cantores ambulantes.
En Francia, fue primordialmente la de Carlomagno y sus pares, erigidos en paladines de la cristiandad.
El poema más antiguo es el de la "Chanson de Roland", que narra la derrota de Carlomagno en Roncesvalles y la muerte de Roland, el más famoso de sus guerreros.
Tres temas o ciclos principales tratan los cantares de gesta castellanos:
1. el de los condes de Castilla, ciclo que evoca la figura del conde fundador Fernán González, así como el cantar de "Los siete infantes de Lara";
2. el del "Cantar de Mío Cid", que exalta la figura del héroe castellano más legendario y famoso, Rodrigo Díaz de Vivar, y el "Cantar de Sancho II y el cerco de Zamora";
3. el de los hechos en torno a la juventud de Carlomagno, el breve fragmento "Roncesvalles", los perdidos cantares de "Mainete", y los de "Bernardo del Carpio"
3.1. El Cantar de Mio Cid
Los hechos de Rodrigo Díaz de Vivar, denominado (el Cid campeador), segunda mitad del siglo XI, se convirtieron en una de las leyendas más difundidas por toda la Castilla medieval.
Se cree que el "Cantar de Mio Cid" pudo ser compuesto no mucho antes del comienzo del siglo XIII por un poeta anónimo (algunos lo han querido identificar con Per Abad, conocedor de la historia, el derecho y la literatura épica).
El cantar, constituido por casi cuatro mil versos, suele dividirse en tres partes:
Edward Emerson Simmons (1852-1931), "Melpómene" (la melodiosa): musa de la tragedia, que es contemplada como difícil arte que despierta el ingenio y la imaginación |
enemistado con su rey, Alfonso VI, y por instigación de los nobles leoneses, Rodrigo es desterrado de Castilla.
"Cantar de Mio Cid":
"Mio Çid Roy Díaz, por Burgos entrove,
en sue compaña sessaenta pendones:
exíen lo veer mugieres e varones,
burgueses e burguesas, por las finiestras sone,
plorando de los ojos, tanto avíen el dolore.
De las sus bocas todos dizían una razone:
"Dios, que buen vassallo, si oviese buen señoré!"
b) Las bodas de las hijas del Cid:
culminando sus acciones guerreras,
Ignacio Pinazo Camarlench (1849-1916), "Las hijas del Cid" (1879) |
Alfonso perdona al desterrado y le propone el casamiento de sus hijas con los infantes de Carrión.
c) La afrenta de Corpes:
tras derrotar Rodrigo al rey Búcar de Marruecos, los infantes, que se han mostrado cobardes en la batalla y han quedado ridiculizados ante el valor del Cid, planean vengarse en sus hijas.
Fingiendo emprender un viaje a tierras de Carrión, en el robledal de Corpes maltratan y ultrajan a sus esposas.
Deshonrado el Cid, pide justicia al rey, quien convoca cortes en Toledo, ante las que son acusados y desafiados los infantes.
Llegan mensajeros que solicitan en matrimonio a doña Elvira y doña Sol para los infantes de Aragón y de Navarra, y queda de este modo altamente restablecida la honra del héroe y de sus hijas, quienes se van a emparentar así con los reyes de España.
Por ello, puede concluir el poeta:
"¡Ved quál ondra creçe al que en buen ora nacíó,
quando señoras son sus fijas de Navarra e de Aragón!
Oy los reyes d´ España sos parientes son.
A todos alcança ondra por el que en buena ora naçió"
De esta manera, Rodrigo llega a convertirse en símbolo y ejemplo de todo un ideal colectivo:
el ideal de vida -moral y político- de la Castilla de la época.