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jueves, 16 de mayo de 2024

Espiritualidad e Individualismo

 



Camille Claudel (1864-1943) "Giganti, or Robert´s Head" (1885)









Espiritualidad e Individualismo: 
La Edad Media y el Renacimiento


1. Del Mundo Clásico al Medieval: la Alta Edad Media (476-1000)

1.1. El Contexto Medieval

Aunque tradicionalmente se suele datar el final de la civilización clásica en el año 476 de nuestra era, durante los siglos III y IV, aún vigente el imperio romano, ya había comenzado una forma de vida similar a la medieval.
A este extenso periodo de transición desde la época clásica a la medieval, que transcurre aproximadamente entre los años 475 y 1000, todavía se le suele denominar la época oscura.
A pesar de que el pensamiento creativo decayó con claridad, existieron algunos periodos de desarrollo intelectual, siendo uno de los más notables el renacimiento carolingio que tuvo lugar durante el reinado de Carlomagno (768-814): una sociedad nueva y creativa comenzó a emerger a partir de las cenizas del imperio. 

La economía y la población experimentaron un nuevo aumento en torno al año 1000, dando lugar al comienzo de la baja Edad Media, que se extendería aproximadamente hasta el año 1300.
Fue un periodo enormemente creativo para la civilización occidental.
Ésta fértil cultura europea concluyó entre 1277 y 1350 con el despegue de los nacionalismos y el comienzo de las guerras entre las naciones embrionarias, coincidiendo con el cada vez más estricto dogmatismo de la iglesia y con la peste negra que arrasó Europa entre 1277 y 1350, y que acabó con, al menos, un tercio de la población europea occidental.
Los últimos años de la Edad Media desembocaron en el Renacimiento, que comenzó en Italia hacia 1300, pero que tardó unos dos siglos en llegar al norte de Europa.

San Agustín (354-430) fue el último gran filósofo clásico y el primer filósofo cristiano. Sus opiniones dominaron la filosofía medieval hasta, aproximadamente, el año 1300.
Durante la Edad Media, se persiguió una síntesis global de todo el conocimiento.
No todos los pensadores cristianos de cualquier época han aceptado que la razón secular pudiera jugar un papel en la búsqueda de la verdad divina. 
Agustín tuvo que luchar contra las ideas de aquellos que como Tertuliano (160-230) rechazaron a los filósofos clásicos.
San Bernardo (1091-1053) censuró la excesiva curiosidad en torno a las creencias cristianas.
Ya en el Renacimiento, Savonarola (1452-1498) quemó libros heréticos y obras de arte.

Sin embargo, las semillas del futuro se encontraban en las escuelas vinculadas a las catedrales del Renacimiento del siglo XII, las cuales se convirtieron en las primeras universidades.
Entre los pensadores más independientes como Pedro Abelardo (1079-1142) bajo la influencia creciente de la traducción de trabajos griegos, especialmente los de Aristóteles, la razón comenzó a compartir el protagonismo con la fe en las universidades.

Los filósofos judíos y musulmanes también realizaron contribuciones importantes. El más notable de los filósofos judíos fue Maimónides (1138-1204).
Los dos pensadores musulmanes más importantes fueron Ibn Sina -Avicena- ( 980-1037) e Ibn Rushd -Averroes- (1126-1198), cuyo aristotelismo purificado provocó una crisis intelectual que marcó el final de la baja Edad Media.



1.2. La Psicología Islámica

En el mundo islámico se desarrolló una psicología de las facultades basada en la obra aristotélica de carácter más naturalista que religiosa.
La psicología islámica combinaba una reelaboración de la psicología aristotélica con la medicina islámica y con la de la antigua Roma.
La formulación más completa de la visión médica aristotélica fue la realizada por Avicena.




2. El Florecimiento de la Civilización Medieval: la Baja Edad Media (1000-1300)

2.1. Cultura Popular

Mujeres, Sexo y Amor Romántico: la baja Edad Media estuvo repleta de fuertes figuras femeninas tan poderosas como cualquier hombre. 
No obstante, a medida que la cristiandad fue absorbiendo la cultura clásica, se impregnó de la misoginia romana y de la aversión platónica por el placer sensual.
Una fuente particularmente intensa del desarrollo de la misoginia en el cristianismo fue San Jerónimo (340-420), un neoplatónico que ligó lo femenino con la tentación de la carne.

La mayoría de las mujeres medievales sufrieron una silenciosa desesperación, aunque se produjeron dos importantes reacciones ante esa opresión:
_muchas mujeres se implicaron activamente en movimientos heréticos; y
_la invención del amor cortés, un embellecimiento artístico y filosófico del amor romántico, fue experimentado por numerosas personas en todas las sociedades.

Se comenzaba a sentar las bases de las relaciones personales sobre los sentimientos, en vez de sobre un marco fijado de antemano.
Gottfried von Strasbourg (1180-1215), en su obra "Tristán e Isolda", narra la unión entre los amantes:
"El Hombre estaba allí con la Mujer; la Mujer estaba con el Hombre. ¿Qué otra cosa podían necesitar?" 

En otro contexto -y sin hacer referencia precisamente al amor romántico- se expresaba:
Juan Ruiz -Arcipreste de Hita- (c. 1283-c. 1350), en su obra "Libro del buen amor" (c. 1330):
"Como dise Aristóteles, cosa es verdadera,
el hombre por dos cosas trabaja: la primera,
por aver mantenençia; la otra era
por aver juntamiento con fembra plasentera"


El Desarrollo de la Individualidad: la concepción de lo individual durante la mayor parte de esa época prácticamente no existía. El concepto se gestó durante la Edad Media, pero no se transformaría en algo profundamente arraigado hasta la llegada del Renacimiento.
El individualismo se abrió camino en dos ámbitos de la cultura académica: la ética y la religión mística.
En el siglo XII, se comenzó a conceder mayor importancia a la intención personal al juzgar las transgresiones. Podemos hallar esta actitud en la ética voluntarista de Pedro Abelardo (1079-1142), cuyo lema era: "Conócete a ti mismo"
Abelardo consideraba que el pecado era una cuestión de intención y no de acción. 
Un acto no sería correcto o incorrecto en sí mismo:
lo que es correcto o erróneo es la intención que se esconde detrás de tal acto.

El misticismo, insatisfecho con la mediación ejercida por el clérigo entre el individuo y Dios, perseguía una conexión directa entre ambos. El camino hacia Dios sería el de la contemplación y no el del ritual.
San Francisco de Asís (1182-1226), el predicador medieval más popular, abandonó sus riquezas y su posición social a cambio de la comunión con Dios a través de la naturaleza.
La enseñanzas de Francisco fueron individualistas, y la iglesia católica las consideró como subversivas.



2.2. La Psicología Cristiana

Destacan dos grandes figuras de la filosofía cristiana durante la baja Edad Media:
San Buenaventura (1221-1274) y Santo Tomás de Aquino (1225-1274).


San Buenaventura: podemos considerar a Buenaventura como el portavoz más importante de la filosofía conservadora platónico-agustiniana que se opuso a la introducción del pensamiento aristotélico en el ámbito de la cristiandad.
El platonismo defendido por Buenaventura estaba destinado a ser superado y ensombrecido por el aristotelismo de Tomás de Aquino.


Santo Tomás de Aquino:  se encargó de sintetizar la fe en el mundo divino con la razón tal y como se encuentra en la filosofía aristotélica, lo que provocó que estuviera a punto de ser acusado de herejía.
Aquino adoptó el sistema aristotélico, demostrando que no era incompatible con la cristiandad.
Mantuvo que existían dos tipos de estimación:
_la estimación como tal, característica de los animales y carente de control voluntario; y
_la estimación a la que denominó "cogitata" , a la cual consideró exclusiva de los humanos.

Habría también dos tipos de motivaciones o apetitos:
_el apetito animal o sensitivo, carente de libertad, que consiste en la inclinación natural hacia la búsqueda de objetos placenteros y la evitación de los dañinos; y
_el apetito intelectual o voluntad, que persigue el bien general bajo la guía de la razón
Aquino vuelve a hacer de la mente una totalidad, al dotar al alma humana del intelecto activo.
Podemos considerar la filosofía de Tomás de Aquino como un intento heroico por conciliar la ciencia aristotélica con la revelación.




3. Del Mundo Medieval al Moderno: 
los Últimos Años de la Edad Media, el Renacimiento y la Reforma (1300-1666)

3.1. Los Últimos Años de la Edad Media: la Disolución de la Síntesis Medieval

Para el siglo XIV ya se habían consolidado los factores que desembocarían en el fin de la Edad Media.
Sin embargo, el golpe mortal a la síntesis medieval fue, con toda probabilidad, la peste negra de 1348, la cual diezmó aproximadamente a un tercio de la población europea.
Estos factores serían determinantes en el desarrollo de una progresiva tendencia hacia el pesimismo y el cinismo.
Tres movimientos intelectuales socavaron la cosmovisión medieval:
_el empirismo;
_la filosofía analítica, que surgió como una consecuencia del anterior; y
_la ciencia, que ofrecería una alternativa a la concepción teológica del universo.


El Renacer del Empirismo: los últimos años de la Edad Media, justo antes de que se produjera el azote de la peste negra, fueron extraordinariamente creativos.
El pensador más influyente de esa época del medievo fue William of Ockham (1287-1347), cuya contribución más relevante fue el restablecimiento del empirismo, liberándolo de la metafísica y haciéndolo accesible al análisis psicológico.
De Ockham puede recordarse su principio de economía intelectual, o "navaja de Ockham" ("Ockham´s razor"), una forma de principio de parsimonia característico de la ciencia moderna, de cuyas consecuencias lógicas se sigue un principio fundamental:
"Nunca, sin necesidad, se ha de usar la pluralidad"

Ockham cambió la creencia de que, las esencias abstractas eran verdaderas metafísicamente, ya que correspondían a las ideas divinas, al sustituir la metafísica por la psicología.
Afirmó que el conocimiento comienza con actos de "cognición intuitiva", un conocimiento directo e infalible sobre algunos objetos del mundo.
La "cognición abstracta" sería, por ello, absolutamente hipotética.
La mente percibe cierto parecido entre los objetos, y a partir de tales similitudes los clasifica.

Podemos considerar a Ockham como el verdadero empirista de la Edad Media, al haber planteado como criterio del conocimiento la observación del mundo.
Según Ockham, el alma no posee la facultad de la voluntad o intelecto. Por el contrario, lo que denominamos facultad es tan solo una etiqueta para un cierto tipo de acto mental.
La voluntad está describiendo al alma en el acto de volición; el intelecto describe al alma en el acto del pensamiento.
El hábito se convertiría en un concepto crucial para la concepción de la mente defendida por Ockham:
los conceptos eran hábitos aprendidos, ideas derivadas de la experiencia.


El Análisis de la Razón y de sus Límites: San Bernardo de Claraval (1090-1153) negó que la filosofía pudiera aportar nada sobre Dios, al que sólo se podía acceder a través de la fe.
La mayor parte de los pensadores medievales defendieron una versión del realismo, una creencia según la cual los conceptos universales humanos corresponden a alguna forma o esencia perdurable, que se concebía como un Idea en la mente de Dios, concepción compartida por Platón, Aristóteles y Tomás de Aquino.
Unos pocos pensadores, denominados nominalistas, mantenían por el contrario que los universales no eran sino meros soplos de aire emitidos al pronunciar sus nombres.
Desde esta concepción, los universales no ostentarían una realidad transcendente, sino que serían tan sólo comportamientos verbales. El nominalismo fue defendido por una minoría de pensadores.

El análisis del problema del conocimiento universal humano condujo a que los filósofos del siglo XIV establecieran unos límites severos acerca de lo que el ser humano puede llegar a conocer.
El primer paso lo dio, antes del comienzo de la baja Edad Media, Pedro Abelardo (1079-1142), el más importante de los filósofos medievales. Al igual que Aristóteles, Abelardo percibió lo absurdo de la aproximación metafísico-realista, que se limitaba a predicar una cosa a partir de otra.
Según Abelardo, los conceptos no eran más que imágenes o etiquetas puramente mentales.
Por tanto, cuando estamos refiriéndonos a los universales, en realidad estamos tratando con estas entidades mentales y no con formas eternas. Su explicación es lógica y psicológica en vez de metafísica. Esta posición se podría denominar más adecuadamente conceptualismo.

Antes de Ockham y Abelardo, el conocimiento era considerado como algo garantizado. 
Después de ellos, el conocimiento comenzó a ser algo que debía justificarse.
Los pensadores cristianos debían preguntarse cómo podían estar seguros de cualquier percepción o de cualquier conocimiento.
Este problema estimuló el desarrollo de una crítica detallada del conocimiento humano entre los filósofos del siglo XIV.
 
Destaca la crítica más interesante de todas ellas, realizada por Nicolás d´Autrecourt (1300-1350).
Al igual que los empiristas, d´Autrecourt afirmaba que la certeza del conocimiento reside en permanecer lo más apegado posible a las apariencias. Todo aquello que podemos conocer sería lo que nuestros sentidos  nos transmiten, puesto que el conocimiento estaría asentado en la experiencia, y el más perfecto conocimiento sería el que permaneciese apegado a esa experiencia.

Además de fomentar el escepticismo, el empirismo tuvo otras consecuencias ya que, al excluir los asuntos de la fe del ámbito de la observación y de la razón, el empirismo dirigió los ojos del ser humano hacia la observación del mundo que podía llegar a ser conocido: el mundo físico.
La ciencia física surgió, desde esta perspectiva, en el siglo XIV.


Los Cimientos Medievales de la Ciencia Moderna: una fecha crítica relacionada con el fin de la Edad Media es el año 1277: la iglesia condenó a una escuela de pensadores que desarrollaba su obra en la Universidad de París y que estaba encabezada por Siger de Brabante (1240-1281), por haber ido demasiado lejos al aceptar el naturalismo aristotélico en vez del dogma cristiano.
En el siglo XIV surgió un interés cada vez mayor por la física.
Figuras que destacaron en esa actitud científica moderna fueron Robert Grosseteste (1168-1253) y Roger Bacon (1214-1292). 
Realizaron experimentos en el campo de la óptica, en función de su creencia platónico-agustiniana, en la supremacía de la luz entre los elementos que componían el mundo. 
También acentuaron el papel de las matemáticas en relación a la investigación y a la comprensión de la naturaleza.
Podemos encontrar esta nueva actitud en Jean Buridán (1300-1358) y en Nicolás de Oresme (1320-1382), los más importantes miembros de la iglesia que se dedicaron a la física en el siglo XIV.



3.2. Renacimiento y Reforma

La idea de una Edad Media fue desarrollada durante el Renacimiento. 
Los pensadores de esa época dividieron la historia del mundo en tres épocas:
_el periodo clásico de Grecia y Roma, que fue considerado como una edad dorada de la filosofía y del arte;
_una Edad Media caracterizada por la ignorancia y la superstición, que era la Edad Oscura; y
_el Renacimiento, una etapa conscientemente moderna que se veía a sí misma rompiendo con el pasado.
Es difícil encontrar un acontecimiento que se pueda considerar como el origen del Renacimiento.
Tradicionalmente se ha considerado como punto de partida el año 1453, fecha en la que tuvo lugar la caída de Constantinopla. 
Sin embargo, sería más exacto datar ese comienzo en torno al año 1300 en Italia.
El primero de los renacentistas fue Francesco Petrarca (1304-1374), más conocido como poeta.

El aspecto más importante del Renacimiento es una amplia mutación de los valores, que se suele denominar habitualmente con el término de humanismo, y que representa en occidente una secularización del entendimiento relativo al universo y del papel que juega la humanidad en el mismo.
El humanismo se refiere originalmente a la recuperación del pensamiento clásico y su aplicación a los problemas contemporáneos del ser humano.
Por primera vez se dio a conocer la totalidad de la obra de Platón.
Lo que el erudito del Renacimiento deseaba, era entender en sí misma y en su propio contexto histórico la mentalidad de cada autor clásico.
Los humanistas del Renacimiento persiguieron la verdad humana en vez de la verdad divina.
Aunque los humanistas creían en Dios y en la verdad, también pensaban que la verdad puede ser contemplada de numerosas maneras, desde muchas perspectivas individuales.
Desiderius Erasmus (1466-1536) mantuvo esta creencia, frente al fanatismo procedente de los países del norte.

Podemos encontrar en los humanistas del Renacimiento una figura que había sido típica de la Grecia clásica: el sofista. 
Al igual que los humanistas, los sofistas estaban más interesados en la perspectiva individual que en las verdades divinas. La creencia más importante de los sofistas era:
que la humanidad podía ser considerada como la medida de todas las cosas.
La consideración shakesperiana acerca del valor humano es típica de los escritores humanistas.
Petrarca citaba a Séneca (año 4 a. C.-65 d. C.): "nada hay más admirable que la mente"
Y Pico della Mirandola (1463-1494) escribía: "¿quién no se asombrará ante el hombre?"
El optimismo acerca del potencial personal y la fe en los poderes de los seres humanos separan nítidamente a los humanistas de sus antecesores medievales.

No obstante, deberíamos tener en cuenta tres hechos relacionados entre sí, los cuales se convertirían en precedentes de la época post-renacentista:
_la tendencia a considerar al cuerpo como una máquina;
_la filosofía natural que se desarrolló durante el Renacimiento -un ambicioso intento por explicar los hechos del mundo, sin hacer referencia a seres sobrenaturales-; y
_el comienzo de los aspectos del Renacimiento que presagiaba la llegada del mundo moderno -el comienzo de la investigación empírica.

Destacan los trabajos de Francis Bacon (1561-1626), quien sostenía que la filosofía debía investigar la naturaleza desde una posición completamente naturalista y mecanicista, evitando tanto la teología como la teleología.
Consideró que el estudio científico debía ser totalmente inductivo, para lo cual había que recoger los hechos cuidadosamente, sin partir de hipótesis previas inductoras de sesgos, de tal forma que se pudiera formular con prudencia alguna generalización simple, una vez que los datos acumulados lo permitieran.

La Reforma comenzó en 1517, año en el que Martin Lutero (1483-1546) clavó sus 99 tesis en la puerta de la catedral de Wittenberg, desafiando así a la jerarquía católica.
La Reforma dividió Europa en dos grandes campos enfrentados y favoreció el desarrollo de la intolerancia.



3.3. El Fin del Renacimiento

A pesar de toda su creatividad, el Renacimiento fue una época de miseria, ansiedad y superstición, en la que se vivió una enorme fractura social. 
Lynn White (1907-1987) ha escrito que:
"El Renacimiento fue la época más desequilibrada psíquicamente de toda la historia de Europa"
La peste negra, que apareció en 1348, había llegado a arrasar para el año 1400 a gran parte de la población europea. Año tras año sobrevenían hambrunas y diferentes plagas de enfermedades. 
El orden feudal se desmoronó. La vida diaria reflejaba la ansiedad generada por esta tensión.
Europa estaba obsesionada por la muerte.

La duda y el escepticismo fueron los sentimientos predominantes al final del siglo XVI.
Podemos encontrar con claridad la ambigüedad sobre la humanidad en la obra de William Shakespeare (1564-1616).
Un pensador más cercano a la filosofía, Michel de Montaigne (1533-1592) también sintió y expresó las limitaciones de la humanidad. Montaigne escribía:
"El hombre es la criatura más miserable y frágil de todas y, aún así, la más arrogante y la más despectiva"
Montaigne derribó al ser humano del lugar de privilegio en el que lo habían situado los pensadores medievales y renacentistas.
Señalaba al futuro hacia una teoría escéptica y naturalista de la humanidad y del universo.




4. Conclusión: 
Panorama del Mundo Clásico, Medieval y Renacentista

El Renacimiento perfeccionó una visión del mundo que había estado implícita en la cultura clásica y que se había desarrollado durante la Edad Media.
Una idea fundamental para esta visión era la concepción según la cual, todas las cosas en el universo estarían vinculadas entre sí a partir de un orden superior que se podría descifrar por medio de la analogía.
Tal y como el poeta Guillaume de Saluste -Du Bartas- (1544-1590) escribía:
"El mundo es como un libro y cualquier ser vivo es como una de sus páginas que contiene los signos que indican su significado secreto a aquellos otros con los que está vinculado. La naturaleza puede ser entendida descifrando esos signos, pero no a través de la experimentación, sino por medio de una cuidadosa observación denominada hermenéutica"

Galileo Galilei (1564-1642) demostraría que el mundo no puede ser entendido a través de la interpretación de los signos, como si estos representaran algún tipo de lenguaje, sino por medio de la aplicación de las matemáticas que trascienden a las observaciones individuales.          
 





Brumas

Lanbroa Volver.. ...y la lluvia en mis ojos y la niebla en mis labios... ...y esas brumas de plata que recue...

Brumas (Lanbroa, 15 de agosto de 2018)

Volver....................y la lluvia en mis ojos y la niebla en mis labios..............y esas brumas de plata que recuerdo y amo...............y esa nostalgia.......................hace tantas lluvias que no volvía............................. Respiro..................y el mar en mi norte y el norte en el viento..............y esos verdes y grises que añoro........que amo...............y esa sensación........................hace tantos mares que no volvía.............................. Llego.....................y las lágrimas en las nubes y el silencio en los tejados...........y esas brumas de musgo que conozco y amo.............y ese dolor.....................hace tantas lágrimas que no volvía.......................... Sonrío....................y la sonrisa en la ventana y la hiedra en los abrazos.........y esas brumas de otoño que adoro........que amo..............y esa alegría..................hace tantas sonrisas que no volvía........................... Hablo.....................y hay silencios que gritan palabras calladas..............y hay voces antiguas en las brumas de nácar..............ese extraño lenguaje que comprendo y amo...............y esa emoción......................... hace tantos silencios que no volvía.............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. ..................... .............. .................. .............. .............. ........... Y recuerdo...............los días pasados..........las caricias perdidas..........las manos de seda..........los besos dormidos..............y esas brumas del tiempo que tanto he amado.....................y esa belleza........................ hace tanto amor que no volvía.....................