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lunes, 14 de septiembre de 2020

Prometeo encadenado

Peter Paul Rubens (1577-1640), "Prometeo encadenado" (1611-12)

"¡ Por haber proporcionado un privilegio de los mortales, me veo unido al yugo de esta necesidad, desdichado...!"


"se lamenta por su destino Prometeo, quien afirma que lleva encadenado más de treinta mil años..."

Esquilo (525 a. C.-456 a. C.), "Prometeo encadenado" (h. 467 a. C.)  





En mitología, entre los fenómenos de la naturaleza, el fuego es el primero en producir asombro o temor en el ser humano, y su asociación con la religión se encuentra en casi todas las mitologías, al ser símbolo de la divinidad en gran número de ellas y hallarse casi siempre en conexión con los cultos solares, ya que siendo el Sol fuente de luz y calor, cuando el hombre logró producir el fuego lo consideró como un sol más pequeño.

La adoración del fuego es la acción de rendir culto a este elemento, considerándolo sagrado en sí mismo o bien representante de alguna divinidad.

La veneración del fuego fue el rasgo característico de casi todos los tiempos de la Antigüedad, junto con el culto al Sol, del cual no puede disociarse, ya que los dioses solares a veces lo eran también del fuego.

En el esoterismo, en la alquimia y en la astrología, se le ha concedido una gran importancia para el ser humano.

Se piensa que el culto al fuego surgió en la prehistoria, más exactamente en el paleolítico medio (150.000 a. C.-40.000 a. C.) con la aparición del Homo neanderthalensis.
 


Mito o leyenda

Prometeo fue primitivamente dios del fuego, después uno de los Titanes.
El mito de Prometeo se basa principalmente en haber robado del cielo el fuego para uso de los mortales, por lo cual Zeus lo encadenó a una roca en Esticia, adonde acudía todos los días un águila a devorarle el hígado, pero este órgano se le regeneraba de noche.
Prometeo estuvo sufriendo este tormento hasta que le liberó Hércules, y dio muerte al águila.

Héroe de la mitología griega, Prometeo, hijo del Titán Japeto y de la oceánica Climene, fue un héroe de quien la leyenda relata dos episodios que suscitaron la enemistad de Zeus hacia la humanidad: 
el engaño del buey y el robo del fuego.

Según narra la leyenda:

1) Las consecuencias del primer episodio, que consistió en el sacrificio de un buey del que Zeus, engañado por Prometeo, eligió las peores partes, fue que desde entonces los seres humanos deberían sacrificar a los dioses los trozos no comestibles.
Los humanos conservarían para sí el resto, pero al comer carne se convertirían en seres mortales, mientras que los dioses gozarían de inmortalidad.

2) El segundo episodio consistió en robar el fuego a Zeus para dárselo a los seres humanos; en castigo, la raza humana debería vivir encadenada a una triste condición existencial, y el mismo Prometeo fue atado a una roca del Cáucaso y cada día un buitre le devoraría el hígado, el cual volvería a crecer durante la noche.

Cuando se queda sólo, el Titán deja escapar amargas quejas sobre la injusticia de los dioses, y a pesar de que una serie de personajes intentan que Prometeo se doblegue a la voluntad del rey del Olimpo, el héroe no cede y perece aplastado por las rocas durante una tempestad.
En otra versión, Prometeo fue liberado por Hércules, pero debería llevar con él un anillo unido a un trozo de la roca a la que fue encadenado, un castigo que debería permanecer por siempre, eternamente.



Simbolismo

La tradición clásica propuso dos modelos en el simbolismo del fuego: Vulcano y Prometeo.

En el primer modelo de simbolismo:

Vulcano, arrimado a su fragua, personaliza el fuego físico que permitirá a la humanidad resolver sus problemas.
Vulcano, Dios del fuego y la forja, hijo de Júpiter y de Juno, alimentaba el fuego de los volcanes y residía en Lemmos y luego en una de las islas Lípari, llamada isla de Vulcano.
Instaló allí su forja trabajando con los Cíclopes.
Enseñó a los hombres el arte de elaborar los metales y forjó el rayo de Júpiter, el tridente de Neptuno, el carro del Sol, la armadura de Marte, etc.

Su culto parece de origen egipcio: lo adoraban en Sicilia y en Atenas, y Rómulo le erigió un templo en las afueras de Roma.
En Grecia se llamaba Hefesto, o Hefaistos: era esposo de Afrodita o Venus, y protegía a los que trabajaban los metales. Su fragua estaba en las entrañas del volcán Etna (Sicilia, Italia).
Es el dios más trabajador e ingenioso del Olimpo y sus atributos son el fuego y los metales.


Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (1599-1660), "La fragua de Vulcano" (1630)


Heinrich Fueger (1751-1818) 
"Prometheus bringt der Menschheit das Feuer" (1817)

En el segundo modelo de simbolismo:

Prometeo, con su antorcha encendida en las ruedas del carro del Sol, transporta por su parte el fuego celestial.

Erwin Panofsky (1892-1968) lo definió como:

"Claridad del conocimiento infundido en el corazón del ignorante".

El Sol, fuente de luz y calor, simbolizado como Fuego, como vida para la humanidad.

Desde la más remota antigüedad, el ser humano vivió durante siglos en busca del fuego.
Y después, como era tan difícil producir el fuego, procuraron mantenerlo encendido por medio de toda clase de cuidados: 
del primitivo hogar familiar surgió el altar y el culto del fuego.

Se interpreta que, en los períodos de prolongadas lluvias, donde se hubiera carecido de fuego durante meses y tal vez durante años, el fuego simbolizaría algo vital para los humanos, como sinónimo de salvación, protección y alimento.


"Prometeo encadenado" (h. 457 a. C.) es un admirable cuadro lírico, en el que el poeta y dramaturgo griego Esquilo (525-456 a. C.) renovó la leyenda de Hesíodo (siglo VIII a. C.), el poeta griego más antiguo conocido después de Homero (siglo IX a. C.)
Como introductor del fuego e inventor del sacrificio, Prometeo es considerado como el Titán protector de la civilización humana.

Prometeo, un Titán que desafió a los dioses y otorgó el fuego a los humanos, es considerado, por tanto, como un gran benefactor de la humanidad: 
el fuego simbolizaba la vida para el ser humano primitivo, pero también la esperanza en el futuro de la especie, la continuidad de la vida, la claridad del conocimiento.

El Fuego, fuente de luz y calor, simbolizado como Sol, como vida para la humanidad.

Prometeo otorgaría a los mortales lo que Zeus les había negado: 

la Inmortalidad.




 

Brumas

Lanbroa Volver.. ...y la lluvia en mis ojos y la niebla en mis labios... ...y esas brumas de plata que recue...

Brumas (Lanbroa, 15 de agosto de 2018)

Volver....................y la lluvia en mis ojos y la niebla en mis labios..............y esas brumas de plata que recuerdo y amo...............y esa nostalgia.......................hace tantas lluvias que no volvía............................. Respiro..................y el mar en mi norte y el norte en el viento..............y esos verdes y grises que añoro........que amo...............y esa sensación........................hace tantos mares que no volvía.............................. Llego.....................y las lágrimas en las nubes y el silencio en los tejados...........y esas brumas de musgo que conozco y amo.............y ese dolor.....................hace tantas lágrimas que no volvía.......................... Sonrío....................y la sonrisa en la ventana y la hiedra en los abrazos.........y esas brumas de otoño que adoro........que amo..............y esa alegría..................hace tantas sonrisas que no volvía........................... Hablo.....................y hay silencios que gritan palabras calladas..............y hay voces antiguas en las brumas de nácar..............ese extraño lenguaje que comprendo y amo...............y esa emoción......................... hace tantos silencios que no volvía.............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. ..................... .............. .................. .............. .............. ........... Y recuerdo...............los días pasados..........las caricias perdidas..........las manos de seda..........los besos dormidos..............y esas brumas del tiempo que tanto he amado.....................y esa belleza........................ hace tanto amor que no volvía.....................