Raffaello Sanzio da Urbino (Italia, Urbino, 06.04.1483-Roma, 06.04.1520).
La reputación de Rafael de gran pintor de la Europa renacentista debería mantenerse en el futuro, pese a quienes se opusieron a ello a principios del siglo XX.
El primer periodo de aprendizaje con su padre Giovanni solamente le proporcionó las nociones básicas de la técnica pictórica.
Mucho más determinante sería la formación artística e intelectual que recibiría en la corte de Montefeltre.
Sin embargo, lo que realmente decidiría el curso de su carrera serían los años de aprendizaje y de colaboración en el taller de Pietro di Aristoforo Vannuci -Il Perugino- (1448-1523).
Allí Rafael desarrollaría el arte de la fragmentación de la superficie, la representación del paisaje y su delicada relación con las figuras, así como la soñadora y emotiva expresión que caracteriza especialmente a sus Madonas.
Ante el joven de 21 años se abrió un campo inconmensurable de nuevas soluciones creativas, que su talento consiguió dominar al cabo de pocos años.
En la composición de la obra "Madona de Foligno", Rafael traslada a la pintura de caballete los principios de una perfecta interpretación entre el formato y la composición inferior. que ya había puesto en práctica en los frescos de la Stanza della Segnatura.
El modelado plástico y los fuertes acordes cromáticos de la parte inferior del cuadro contrastan con las figuras de la Transfiguración, que son menos táctiles y están implicadas por tonos más claros.
Su interés se centró en la figura y el espacio.
Rafael puede ser calificado de genio de la apropiación, sin que por ello caiga en el peligro del eclecticismo. Su apreciación de las obras del pasado es siempre creativa.
Ante las impresiones que recibió del entorno, mantuvo una actitud selectiva y tomó solamente aquello que le sirvió para el perfeccionamiento de su personalidad artística innata.
En 1508 Rafael alcanzó ya el cénit de su evolución, cuando el Papa Julio II (1443-1513) le llamó a Roma para que decorase sus habitaciones privadas del Vaticano.
En la Stanza della Segnatura (1509-1512) las composiciones de Rafael ganaron en profundidad y las figuras en plasticidad, gracias a una mayor libertad de movimiento.
A continuación, con la decoración de la Stanza d´Eliodoro (1512-1514) avanzó por nuevos caminos:
_intensificó el dramatismo de la escena;
_enfatizó el espacio a expensas de la superficie;
_antepuso el color al dibujo.
(La "Liberación de San Pedro" es el primer gran "nocturno" de la pintura europea).
Manierismo
Rafael, que llevó el Alto Renacimiento a su punto culminante,
abrió las puertas del Manierismo.
Esta evolución continúa en las tablas de su última época:
"Madona de San Sixto";
"El Papa León X con los cardenales Giulio de Medici y Luigi de Rossi"; y
"Transfiguración"
En los innumerables encargos de frescos que Rafael recibe, se ve asistido por un taller que aumenta constantemente de tamaño.
Para sus obras del periodo romano, es determinante el descubrimiento de la Antigüedad clásica ( en 1514 es nombrado prefecto del Belvedere).
La importancia que tuvo como arquitecto sólo se pudo apreciar en su esbozos:
en 1514 se hace cargo de las obras de San Pedro; en sus bocetos también están el palacio Vidoni-Cafarelli de Roma (1515) y el palacio Pandolfini de Florencia (1517-1520).
A pesar de los escasos 20 años que duró el periodo de creación de Rafael, su obra presenta una línea evolutiva excepcional:
_tiene su origen en el siglo XV;
_lleva el Alto Renacimiento a su punto culminante; y finalmente
_abre las puertas al Manierismo y anticipa el Barroco.
Raffaello Sanzio "Madona de Foligno" (1511-1512) |
Las figuras de la zona terrenal adoptan el semicírculo del borde superior, completan el círculo y lo proyectan, con su composición escalonada, a la tercera dimensión.
La forma circular es adoptada también por la aureola de la Virgen y por el arco iris que aparece en el paisaje.
Independientemente de la admirable unidad de la composición, Rafael atribuye a las zonas terrenal y celestial distintos grados de realidad: la esfera celestial aparece distanciada del dominio terreno, con un aumento de modulación cromático y la abundancia de luz.
En este aspecto, esta obra constituye un hito en la historia de la pintura occidental.
La última obra de Rafael: la "Transfiguración", constituye un resumen de toda su evolución artística y, al mismo tiempo, el comienzo de una nueva era.
El tema se aborda de un modo sumamente original.
Mientras que en la meseta rocosa del monte Tabor, Cristo transfigurado -entre Moisés y Elías- se aparece a los discípulos que han caído asustados a tierra, en la parte inferior se representa al joven epiléptico llevado por sus padres a los apóstoles, quienes no consiguen curarle.
Se unen así dos escenas evangélicas.
Cristo, el único capaz de curar, aparece visible en su forma sobrenatural, con lo que la redención se hace verosímil.
Rafael intensifica el contraste entre las zonas terrena y celestial.
Rafael Sanzio "La Transfiguración" (1516-1520) |
Y, sin embargo, Rafael logra una unidad visual de las dos partes: las dos esferas están relacionadas por los segmentos que unen las figuras arriba y abajo, por los numerosos gestos que indican hacia arriba, y sobre todo por el dinamismo ascendente de la línea oblicua de la pared rocosa sombreada.
"Ritratto di giovane donna" generalmente conocido como "La Fornarina" es una de las obras más representativas de Rafael.
Para su realización, posó la modelo romana y amante del artista Margherita Luti (c. 1493-1522), hija del panadero (en italiano, "fornaio") Francesco Luti di Siena.
La joven ya aparece en otras composiciones del autor, especialmente entre 1510 y 1517.
Al parecer, posteriores estudios de algunas zonas del cuadro ocultarían, entre otros elementos, un anillo de boda (descubierto mediante rayos X), colocado en el dedo medio de la mano izquierda de la joven y cuya presencia -supuestamente- podría haber sido velada intencionadamente, o quizá para permanecer sólo en la memoria del autor.
Huelga decir que no existen datos documentales acerca del supuesto artífice de los retoques ni, sobre todo, de cuáles fueron sus verdaderas intenciones al realizarlos.
Varios autores han considerado la curiosa coincidencia entre el supuesto nombre de la modelo y la perla de su turbante ("Marguerita": del griego literalmente "perla").
Raffaello Sanzio "Retrato de un Joven" (1514) (Posible Autorretrato de Rafael) |