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domingo, 22 de septiembre de 2019

Velázquez




Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (1599-1660) "Cristo crucificado" (1632)

La serena belleza, el tono verista que se mantiene en el cuerpo de Cristo:
ha inspirado numerosas creaciones literarias de escritores de todas las épocas






Diego Rodríguez de Silva y Velázquez
(Sevilla, 6 jun. 1599-Madrid, 6 ago.1660)

Fue un pintor barroco considerado uno de los máximos exponentes de la pintura universal.
Es difícil seleccionar sus obras: la belleza de cada una de ellas merecería un estudio profundo para poder expresarla. Por otra parte, la obra de Velázquez es muy extensa.

Según el historiador del arte Enrique Lafuente Ferrari (1898-1985):

"Velázquez crea un equívoco entre pintura y realidad, entre apariencia y existencia. Los versos de Calderón sutilizando sobre sueño y vida parecen hallar aquí una versión expresada plásticamente con la suprema evidencia de las obras maestras"


Velázquez "El triunfo de Baco o Los borrachos" (h. 1627/29)

Como sólo Caravaggio fuera capaz antes de él, Velázquez ha sabido ver el carácter demoníaco de Baco
(o mejor, Dionysos) como dios de la máscara, del teatro, del disfraz


Velázquez convierte este tema en una escena plena de realismo y de carácter burlesco, o como decía el filósofo y ensayista español José Ortega y Gasset (1883-1955): "en un bodegón a lo divino...mitológico". Es una de sus obras mitológicas más conocidas.

De sus anteriores obras, en donde aún predominaba una iluminación tenebrista, rostros, manos y torsos desnudos aparecen ahora iluminados, resaltando sobre un fondo oscuro.
La atmósfera ha superado ya las limitaciones del tenebrismo y los cuerpos se modelan en un espacio real, es decir, ya no emergen en una sombra envolvente. 

Considerada la obra maestra de este período, la luminosidad del cuerpo desnudo y la presencia del paisaje de fondo muestran una evolución en su técnica.


Velázquez "La fragua de Vulcano" (h.1631)

La obra representa al dios Vulcano en su fragua recibiendo la visita del dios Apolo, quien fue a comunicarle que
 Venus, la esposa de Vulcano, tenía una relación amorosa con Marte.
Según Homero (ca. siglo VIII a. C.):
 no fue Apolo quien denunció la infidelidad de la diosa del amor a su esposo, sino el Sol


Velázquez "La infanta Margarita Teresa
 en azul" (1659)

El rostro está tratado con tenues sombras y
luminosos toques que dan ligereza a sus cabellos
Velázquez "El príncipe Baltasar Carlos
a caballo" (1635)


Las pinceladas rápidas, de enorme precisión anteceden
en dos siglos al estilo impresionista





En el campo del retrato dinástico, el de:
 "El príncipe Baltasar Carlos a caballo" (1635) 
plantea especiales problemas al pintor.

El gesto soberano, las ricas vestiduras y las formas tradicionales de la dignidad regia han de entrar en conflicto con la naturaleza infantil.

Velázquez resuelve este problema haciendo montar al príncipe sobre un caballo vigoroso, como si estuviera sobre un monumento, que lo levanta a la altura correcta de la superficie.

Esta vista queda justificada por una vasta panorámica que, en su naturalidad, armoniza con el rostro infantil, serio pero ingenuo y bello. 







Velázquez "La rendición de Breda, o Las lanzas"(1634/35)


La obra representa el momento en que el gobernador holandés Justinus van Nassau (1559-1639) rindió en 1625 la ciudad de Breda a las tropas españolas al mando del general Ambrosio Spínola (1569-1630) jefe de los Tercios de Flandes, quien aparece recibiendo simbólicamente las llaves de la ciudad de manos de su enemigo


Velázquez "Las Meninas o La familia de Felipe IV" (h.1656)

Es ésta una composición de extremado efecto representativo.
A pesar de aparecer los reyes únicamente como un reflejo en el espejo, en realidad son el
auténtico centro al que todo se dirige: el pintor queda excluido, pues su lugar lo ocupan los reyes.
El cuadro, supuestamente "público" resulta ser absolutamente hermético, afirmación que queda
subrayada por la pintura que tiene Velázquez ante sus ojos y que permanece oculta a nuestra vista.
Velázquez "Autorretrato"
(detalle de "Las Meninas", h.1656)


"Las Meninas" viene a representar uno de los grandes logros del Barroco.


El escenario es un aposento del antiguo Alcázar madrileño, 
donde Velázquez tenía su obrador.




El grupo aparece centrado por la infanta Margarita y sus damas.
A la izquierda, Velázquez ante su caballete.
Al fondo, reflejadas en un espejo, las efigies de los soberanos. 
En esta obra se aprecia su último estilo: 
trazos largos y sueltos en los contornos y pinceladas breves en los toques de luz.

"La fábula de Aracne" representa el momento en que la tejedora Aracne fue convertida en araña por la diosa Atenea. 
La historia trata de que, molesta Minerva de que la doncella Aracne se considerase la mejor tejedora de tapices, y quien había representado a su padre, Júpiter, quiso castigarla convirtiéndola en araña.

La composición se organiza en distintos planos de luz y de sombras.
Para José López-Rey (1905-1991), es en esta obra donde Velázquez alcanzó mayor dominio de la luz.


Velázquez"Las hilanderas, o La fábula de Aracne" (h.1657)


En "La Venus del espejo" (1649/50), el reducido cromatismo de la obra, limitado a un rojo brillante, un cálido marrón, un suave azul y un blanco, hace resaltar el cuerpo de Venus, que domina sobre lo demás, y que en realidad está pintado con la mezcla de esos cuatro colores: rojo, marrón, azul, y blanco.
Venus aparece en una postura sensual y a la vez pudorosa.

"Un mundo fugaz envuelto en el medio atmosférico que nos hace posible la vida, con esa imprecisión instantánea que alude a la vez a lo irrepetible del momento y a la corruptibilidad de las cosas que ante nosotros están por obra del pintor, expresando el deseo de perpetuar nuestra existencia y sus fantasmas"

Enrique Lafuente Ferrari ((1898-1985)


Velázquez "La Venus del espejo" (1649/50)

Es una de las más bellas representaciones de Venus en la pintura occidental.
Sin embargo, es poco menos que imposible describir la magia que irradia esta obra.
La limitación cromática hace aparecer el cuerpo de Venus como un valor propio que,
con su precioso resplandor, domina todo lo demás.
El cuadro no nos muestra el frente de la diosa, sino únicamente su rostro difuminado.
La obra no ha de considerarse como la reproducción concreta de un modelo desnudo,
y tampoco de una Venus, sino como representación de la belleza ensimismada.
Aquí no aparece Venus como diosa del amor, sino como verdad mística:
se extiende ante nuestros ojos como una incomparable imagen de la belleza. 




Brumas

Lanbroa Volver.. ...y la lluvia en mis ojos y la niebla en mis labios... ...y esas brumas de plata que recue...

Brumas (Lanbroa, 15 de agosto de 2018)

Volver....................y la lluvia en mis ojos y la niebla en mis labios..............y esas brumas de plata que recuerdo y amo...............y esa nostalgia.......................hace tantas lluvias que no volvía............................. Respiro..................y el mar en mi norte y el norte en el viento..............y esos verdes y grises que añoro........que amo...............y esa sensación........................hace tantos mares que no volvía.............................. Llego.....................y las lágrimas en las nubes y el silencio en los tejados...........y esas brumas de musgo que conozco y amo.............y ese dolor.....................hace tantas lágrimas que no volvía.......................... Sonrío....................y la sonrisa en la ventana y la hiedra en los abrazos.........y esas brumas de otoño que adoro........que amo..............y esa alegría..................hace tantas sonrisas que no volvía........................... Hablo.....................y hay silencios que gritan palabras calladas..............y hay voces antiguas en las brumas de nácar..............ese extraño lenguaje que comprendo y amo...............y esa emoción......................... hace tantos silencios que no volvía.............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. ..................... .............. .................. .............. .............. ........... Y recuerdo...............los días pasados..........las caricias perdidas..........las manos de seda..........los besos dormidos..............y esas brumas del tiempo que tanto he amado.....................y esa belleza........................ hace tanto amor que no volvía.....................