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martes, 20 de septiembre de 2022

...de la causalidad...

Victorio Macho (1887-1966)

El científico Isaac Newton (1642-1727) fue capaz de ofrecer una explicación estrictamente matemática del movimiento planetario, aún viéndose obligado a asignar el
 marco (del sistema solar) a un Agente inteligente.
Algunos científicos como Joseph Addison (1672-1719) creían que el universo, con su estructura ordenada, proporcionaría pruebas de un poder racional creador.
 Actualmente, los físicos cuánticos postulan un universo donde la predicción matemática exacta es imposible (al menos a nivel subatómico). 
Sin embargo, la ciencia aún considera que el universo conserva algún tipo de orden, el cual sería producto, tal vez, de un diseño inteligente.






El sistema filosófico adoptado por Tomás de Aquino (1224-1274) es el de Aristóteles, cuya teoría sobre la estructura del alma acepta en términos generales, aunque la modifica en una dirección teológica, no naturalista.
Si bien aún no desarrolla el dualismo que algunos siglos más tarde defenderá René Descartes (1596-1650), la pretensión de conciliar la ciencia y la teología conduce a Aquino a ahondar en la distinción entre seres humanos y animales subrayando la función de entendimiento agente como facultad vinculada a la divinidad y encargada de abstraer conocimientos universales a partir de imágenes procedentes de las formas sensoriales.

Raffaello Sanzio da Urbino (1483-1520)
"Aristóteles en La Escuela de Atenas" (1509/10)

Obras de Aristóteles: se perdieron en Europa tras el
fin del Imperio Romano; fueron redescubiertas en la
Edad Media gracias a que habían sido preservadas
por la tradición islámica, y se supo de su existencia
por los comentarios de algunos filósofos islámicos,
en particular de Avicena "Ibn Sina" (980-1037) y
de Averroes (1225-1274).

A medida que las obras de Aristóteles se fueron
difundiendo en la cristiandad, los filósofos cristianos
se esforzaron por entenderlas y reconciliarlas con la
doctrina cristiana. Como muchos de estos filósofos
vivían en las universidades medievales o escuelas de
Oxford, París y Bolonia, han llegado a ser conocidos
como los escolásticos. 
El filósofo Tomás de Aquino, en su obra  "Suma teológica" (c. 1270) expuso cinco argumentos en relación al entendimiento agente: 


1) ¿Es el entendimiento una potencia del alma?

El entendimiento es una potencia del alma, 
y no la esencia misma de ella. 
En efecto, el principio inmediato de la operación es la esencia misma del ser operante, en el sólo caso de ser la misma operación su propio ser.

Y como sólo en Dios el entender es lo mismo que su ser, se sigue que únicamente en Dios el entendimiento es su esencia, y en todas las demás criaturas intelectuales el entendimiento es una potencia del ser inteligente.


2) ¿Débese admitir entendimiento agente?

Según la opinión de Platón (427-347 a. C.), ninguna necesidad habría de entendimiento agente para hacer las cosas inteligibles en acto, sino tal vez para suministrar al ser inteligente luz inteligible.

En efecto, Platón suponía que las formas de las cosas naturales subsistían sin materia y que, en consecuencia, eran inteligibles, porque el ser algo inteligible en acto proviene de ser inmaterial, y a ésto le llamaba especies o ideas.

Como Aristóteles, por su parte, no suponía que las formas de las cosas naturales subsistían sin materia, se seguía que las naturalezas o las formas de las cosas sensibles que entendemos no son inteligibles en acto.

Y como nada se reduce de la potencia al acto, sino mediante algún ser en acto, como el sentido  constituye en acto por lo sensible en acto, se infiere la necesidad de reconocer en el entendimiento alguna virtud que haga inteligibles en acto las especies por la abstracción de sus condiciones materiales:
y ésta es la necesidad de admitir un entendimiento agente.


Antonio del Castillo y Saavedra (1616-1668)
"Santo Tomás de Aquino" (166/1649)

Tomás de Aquino (1224-1274) hijo de una familia
aristocrática, nació cerca de Aquino en el sur de Italia.
Fue el filósofo-teólogo más importante de la Edad Media,
el principal arquitecto de la escolástica tomista:
una síntesis de la doctrina bíblica y de la filosofía clásica
de Aristóteles que dominó el pensamiento europeo hasta
el Renacimiento. En sus extensos escritos desarrolló lo
que está considerado como la filosofía de la religión más
completa jamás producida. Proporcionó al cristianismo su
filosofía oficial, la cual ha perdurado hasta la actualidad.

Su obra más celebrada es "Suma Teológica". Escrita entre
1266 y 1273, está compuesta por cientos de artículos, y en
cada uno de ellos se debate la posición elegida mediante
objeciones, réplicas y contrarréplica Su estilo es en gran
parte claramente filosófico, en el sentido de que emplea
sobre todo el argumento racional.
Atribuía gran importancia a la autoridad de las sagradas
escrituras y de los primeros Padres de la Iglesia.
Sin embargo, insistía en que si la teología pretende
contribuir genuinamente al conocimiento y a la scientia o
comprensión humanas, no puede resolver los problemas
basándose exclusivamente en la autoridad.


3) ¿Es uno sólo en todos el conocimiento agente?

La verdadera solución de esta cuestión es una consecuencia de lo expuesto, porque si el entendimiento agente no fuera algo del alma, sino una sustancia separada, no habría más que un entendimiento agente para todos los seres humanos, que es lo que entienden los que suponen la unidad del entendimiento agente.

Pero si el entendimiento agente es algo del alma, como una de sus potencias:
será necesario afirmar que hay tantos entendimientos agentes como almas, 
cuya pluralidad corresponde exactamente a la de los seres humanos, porque no es posible que una sola y misma potencia numéricamente lo sea de diversos sujetos.


4) ¿El conocimiento intelectual se recibe de las cosas sensibles?

Sobre este punto hubo entre los filósofos diferentes opiniones:

Aristóteles adoptó un término medio, suponiendo con Platón que el entendimiento difiere del sentido, pero que éste no tiene operación propia sin intervención del cuerpo, de modo que sentir no sea acto exclusivo del alma, sino del conjunto. 
Lo mismo creyó acerca de todas las operaciones de la parte sensitiva.

Y así, por cuanto no repugna que los objetos sensibles que se hallan fuera del alma ejerzan influencia sobre el conjunto, Aristóteles admitió con Demócrito (460-370 a. C.) que las operaciones de la parte sensitiva son efectos de las impresiones producidas por los objetos sensibles sobre los sentidos, pero no a modo de emanación, como dice Demócrito, sino mediante ciertas operaciones.

Aristóteles suponía que el entendimiento tiene operación sin intervención del cuerpo, y como nada corpóreo puede influir en un ser incorpóreo, no basta para producir la operación intelectual la sola impresión de los cuerpos sensibles, sino que se requiere algo más noble, por cuanto el agente es más digno que el paciente.
 

No, sin embargo, como si la operación intelectual sea en nosotros exclusivo efecto de la influencia de algunos seres superiores, como pretendía Platón, sino que el agente superior y más noble, llamado entendimiento agente, transforma las imágenes recibidas de los sentidos en acto mediante cierta abstracción.

Según este parecer, por parte de las imágenes la operación intelectual es causada por los sentidos.
Mas como no bastan la imágenes para inmutar el entendimiento posible, sino que deben hacerse inteligibles en acto por el entendimiento agente, no puede decirse que el conocimiento sensible sea la causa perfecta y total del conocimiento intelectual:
sino más bien es, en cierto modo, la materia de que se vale la causa.


5) ¿Nuestro entendimiento entiende las cosas corpóreas y materiales por la abstracción de las imágenes sensibles?

El objeto del conocimiento es proporcionado a la facultad cognoscitiva.
Dicha facultad tiene tres grados:

1º Cierta fuerza cognoscitiva es el acto de un órgano corporal, como es el sentido, por lo cual el objeto de cada una de las potencias sensitivas es forma, en cuanto que existe en la materia corporal.
Y como esta materia es el principio de individuación, síguese que toda potencia de la parte sensitiva puede conocer sólo cosas particulares.

Otra potencia cognoscitiva hay, que ni es acto de órgano corporal, ni está unida de modo alguno a la materia corpórea, como el entendimiento angélico.
El objeto de esta virtud cognoscitiva es la forma pura subsistente sin materia, porque aunque los ángeles conozcan las cosas materiales, no obstante no las ven sino en las cosas inmateriales, o en sí  mismos, o en Dios.

El entendimiento humano ocupa un término medio, pues no es acto de algún órgano, pero sí cierta potencia del alma, que es la forma del cuerpo
Por lo tanto, su función propia es conocer la forma que existe individualmente en la materia corporal, mas no tal como es en esta materia.
Conocer lo que existe en la materia individual no tal como se halla en ella, es abstraer la forma de la materia individual que representan las imágenes.

Es pues necesario decir que nuestro entendimiento entiende las cosas materiales, abstrayendo de las imágenes.
Y por medio de las materiales así consideradas, alcanzamos algún conocimiento de las inmateriales, al contrario que los ángeles que por las inmateriales conocen las materiales.

En definitiva, Tomás de Aquino, en su famosa "Suma teológica" expuso sus cinco vías o argumentos:

(1) del movimiento; (2) de la causalidad; (3) de la contingencia o mera existencia del mundo; (4) de la perfección; (5) del diseño.

Tras desarrollar algunas ideas de Aristóteles, razonó que la cadena de causas que se dan en el mundo depende de una primera causa definitiva no causada por ninguna causa anterior e identifica esta primera causa con Dios.
Sus críticos han planteado por qué no podría haber una cadena de causas que se extendiera infinitamente hacia el pasado.
Aquino afirmaba que la razón por sí sola no puede demostrar que el universo no haya existido desde la eternidad, pero mantenía que, aún en ese caso, seguiría necesitándose una causa creadora independiente del conjunto.


El filósofo Gottfried W. Leibnitz (1646-1716) defendió que todo debe tener una razón suficiente de su existencia, y en el caso de la totalidad del mundo esta razón debe recaer en algo externo al propio mundo.

William Paley (1743-1805) fue el filósofo que expuso la versión más famosa del argumento del diseño en su obra "Teología natural" (1802):
"No puede haber diseño sin diseñador, invento sin inventor, orden sin elección...sometimiento y relación con un propósito, sin aquello que podría diseñar dicho propósito"


Actualmente se sigue debatiendo hasta qué punto se puede mantener justificadamente la racionalidad de algunas creencias.
Por otra parte, el cosmos parece estar ordenado y va siendo cada vez algo más accesible a la razón humana.

Suele pensarse que el progreso científico supone una amenaza para la religión, ya que la relación entre ciencia y religión ha sido considerada a menudo como algo incompatible.
Sin embargo, la perspectiva religiosa parece un modo de comprender el significado de la realidad en su conjunto más que una afirmación sobre algunos de sus elementos específicos.
Con ello, podría quizá no haber incompatibilidad entre ciencia y religión.

En relación a la hipótesis de que el universo es producto de un diseño inteligente, algunos filósofos sugieren que científicos y filósofos tendrían al menos que plantearse la cuestión de si existe o ha existido algo en el universo capaz de favorecer la aparición de la vida y de la inteligencia.




    

Brumas

Lanbroa Volver.. ...y la lluvia en mis ojos y la niebla en mis labios... ...y esas brumas de plata que recue...

Brumas (Lanbroa, 15 de agosto de 2018)

Volver....................y la lluvia en mis ojos y la niebla en mis labios..............y esas brumas de plata que recuerdo y amo...............y esa nostalgia.......................hace tantas lluvias que no volvía............................. Respiro..................y el mar en mi norte y el norte en el viento..............y esos verdes y grises que añoro........que amo...............y esa sensación........................hace tantos mares que no volvía.............................. Llego.....................y las lágrimas en las nubes y el silencio en los tejados...........y esas brumas de musgo que conozco y amo.............y ese dolor.....................hace tantas lágrimas que no volvía.......................... Sonrío....................y la sonrisa en la ventana y la hiedra en los abrazos.........y esas brumas de otoño que adoro........que amo..............y esa alegría..................hace tantas sonrisas que no volvía........................... Hablo.....................y hay silencios que gritan palabras calladas..............y hay voces antiguas en las brumas de nácar..............ese extraño lenguaje que comprendo y amo...............y esa emoción......................... hace tantos silencios que no volvía.............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. ..................... .............. .................. .............. .............. ........... Y recuerdo...............los días pasados..........las caricias perdidas..........las manos de seda..........los besos dormidos..............y esas brumas del tiempo que tanto he amado.....................y esa belleza........................ hace tanto amor que no volvía.....................