Diego Rodríguez de Silva y Velázquez
(Sevilla, 6 jun. 1599-Madrid, 6 ago.1660)
Fue un pintor barroco considerado uno de los máximos exponentes de la pintura universal.
Es difícil seleccionar sus obras: la belleza de cada una de ellas merecería un estudio profundo para poder expresarla. Por otra parte, la obra de Velázquez es muy extensa.
Según el historiador del arte Enrique Lafuente Ferrari (1898-1985):
"Velázquez crea un equívoco entre pintura y realidad, entre apariencia y existencia. Los versos de Calderón sutilizando sobre sueño y vida parecen hallar aquí una versión expresada plásticamente con la suprema evidencia de las obras maestras"
Velázquez convierte este tema en una escena plena de realismo y de carácter burlesco, o como decía el filósofo y ensayista español José Ortega y Gasset (1883-1955): "en un bodegón a lo divino...mitológico". Es una de sus obras mitológicas más conocidas.
De sus anteriores obras, en donde aún predominaba una iluminación tenebrista, rostros, manos y torsos desnudos aparecen ahora iluminados, resaltando sobre un fondo oscuro.
De sus anteriores obras, en donde aún predominaba una iluminación tenebrista, rostros, manos y torsos desnudos aparecen ahora iluminados, resaltando sobre un fondo oscuro.
La atmósfera ha superado ya las limitaciones del tenebrismo y los cuerpos se modelan en un espacio real, es decir, ya no emergen en una sombra envolvente.
Considerada la obra maestra de este período, la luminosidad del cuerpo desnudo y la presencia del paisaje de fondo muestran una evolución en su técnica.
Considerada la obra maestra de este período, la luminosidad del cuerpo desnudo y la presencia del paisaje de fondo muestran una evolución en su técnica.
Velázquez "La infanta Margarita Teresa en azul" (1659) El rostro está tratado con tenues sombras y luminosos toques que dan ligereza a sus cabellos |
Velázquez "El príncipe Baltasar Carlos a caballo" (1635) Las pinceladas rápidas, de enorme precisión anteceden en dos siglos al estilo impresionista |
En el campo del retrato dinástico, el de:
"El príncipe Baltasar Carlos a caballo" (1635)
plantea especiales problemas al pintor.
El gesto soberano, las ricas vestiduras y las formas tradicionales de la dignidad regia han de entrar en conflicto con la naturaleza infantil.
Velázquez resuelve este problema haciendo montar al príncipe sobre un caballo vigoroso, como si estuviera sobre un monumento, que lo levanta a la altura correcta de la superficie.
Esta vista queda justificada por una vasta panorámica que, en su naturalidad, armoniza con el rostro infantil, serio pero ingenuo y bello.
Velázquez "La rendición de Breda, o Las lanzas"(1634/35) |
La obra representa el momento en que el gobernador holandés Justinus van Nassau (1559-1639) rindió en 1625 la ciudad de Breda a las tropas españolas al mando del general Ambrosio Spínola (1569-1630) jefe de los Tercios de Flandes, quien aparece recibiendo simbólicamente las llaves de la ciudad de manos de su enemigo
Velázquez "Autorretrato" (detalle de "Las Meninas", h.1656) |
"Las Meninas" viene a representar uno de los grandes logros del Barroco.
El escenario es un aposento del antiguo Alcázar madrileño,
donde Velázquez tenía su obrador.
El grupo aparece centrado por la infanta Margarita y sus damas.
A la izquierda, Velázquez ante su caballete.
Al fondo, reflejadas en un espejo, las efigies de los soberanos.
En esta obra se aprecia su último estilo:
A la izquierda, Velázquez ante su caballete.
Al fondo, reflejadas en un espejo, las efigies de los soberanos.
En esta obra se aprecia su último estilo:
trazos largos y sueltos en los contornos y pinceladas breves en los toques de luz.
"La fábula de Aracne" representa el momento en que la tejedora Aracne fue convertida en araña por la diosa Atenea.
La historia trata de que, molesta Minerva de que la doncella Aracne se considerase la mejor tejedora de tapices, y quien había representado a su padre, Júpiter, quiso castigarla convirtiéndola en araña.
La composición se organiza en distintos planos de luz y de sombras.
Para José López-Rey (1905-1991), es en esta obra donde Velázquez alcanzó mayor dominio de la luz.
"La fábula de Aracne" representa el momento en que la tejedora Aracne fue convertida en araña por la diosa Atenea.
La historia trata de que, molesta Minerva de que la doncella Aracne se considerase la mejor tejedora de tapices, y quien había representado a su padre, Júpiter, quiso castigarla convirtiéndola en araña.
La composición se organiza en distintos planos de luz y de sombras.
Para José López-Rey (1905-1991), es en esta obra donde Velázquez alcanzó mayor dominio de la luz.
En "La Venus del espejo" (1649/50), el reducido cromatismo de la obra, limitado a un rojo brillante, un cálido marrón, un suave azul y un blanco, hace resaltar el cuerpo de Venus, que domina sobre lo demás, y que en realidad está pintado con la mezcla de esos cuatro colores: rojo, marrón, azul, y blanco.
Venus aparece en una postura sensual y a la vez pudorosa.
Venus aparece en una postura sensual y a la vez pudorosa.
"Un mundo fugaz envuelto en el medio atmosférico que nos hace posible la vida, con esa imprecisión instantánea que alude a la vez a lo irrepetible del momento y a la corruptibilidad de las cosas que ante nosotros están por obra del pintor, expresando el deseo de perpetuar nuestra existencia y sus fantasmas"
Enrique Lafuente Ferrari ((1898-1985)