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George Roux (1853-1929), "Spirite" (1885)
Ce tableau est très sombre, mais l´esprit d´une belle femme jouant du piano vient illuminer la pièce.
Au fond un homme assis à son bureau l´admire comme émerveillé de pouvoir revoir la femme qu´il aime. |
I. El mundo físico
Los objetos físicos, o cosas, son materiales, están hechos de materia.
Pero, según una concepción científica más estricta, las cosas físicas no tienen por qué estar constituidas por materia, en el sentido ordinario de la palabra.
Un campo eléctrico no está hecho de materia, y tampoco lo está la fuerza de gravedad, sin embargo son algo físicamente real.
En el espacio profundo pueden existir materiales aún más exóticos, como materia oscura invisible.
El humano es un ser físico y habita en un mundo físico; pero ¿en qué consiste este mundo?
¿Se compone únicamente de lo que se puede ver y tocar, o debería incluir también lo descrito por la ciencia, e incluso a posibles seres sobrenaturales?
Átomos y moléculas forman los bloques del edificio de este mundo, aunque ¿no contiene algo más la realidad?
Dos doctrinas filosóficas distintas: materialismo y fisicalismo:
1. Materialismo
El materialismo es tan antiguo como la filosofía de los griegos, y se convirtió en la doctrina ontológica prominente del siglo XVII.
Los filósofos tenían una concepción bien definida de la materia:
es solida e impenetrable, se conserva en las interacciones y reacciones químicas e interactúa sólo si hay contacto y de manera determinista.
Sin embargo, la física empezó gradualmente a erosionar el concepto filosófico de materia.
Isaac Newton (1643-1727), en su obra "Principia Mathematica" (1687), estableció por primera vez una relación cuantitativa (deducida empíricamente de la observación) de la fuerza con que se atraen dos objetos con masa. Se denomina:
"Ley de la Gravitación Universal": una ley física clásica que describe la interacción gravitatoria entre distintos cuerpos con masa.
La teoría newtoniana de la gravitación destruyó la idea de que la materia tiene que estar en contacto para interactuar, porque la gravedad actúa entre cuerpos tan separados como la Tierra y el Sol.
En el siglo XX, la física estableció una teoría de la materia según la cual:
-no es sólida (a nivel atómico, consiste en partículas ampliamente separadas que vibran en el espacio vacío);
-no es impenetrable (puede ser penetrada por la radiación);
-no conserva su masa (puede convertirse en energía);
-sus interacciones fundamentales (descritas por la mecánica cuántica) se rigen más por el probabilismo que por el determinismo.
Y, al nivel más fundamental hasta ahora descubierto, se encuentran entidades cuya naturaleza es ambigua, como los fotones, que forman la luz y pueden ser tratados como ondas y como partículas.
2.Fisicalismo
Dados estos descubrimientos respecto a la materia, un materialismo científico debidamente formulado debería convertirse en una forma de fisicalismo:
es decir, todo lo que existe es físico en sentido estricto, de modo que las fuerzas y los campos existen en el mismo sentido que la materia.
De hecho, la física moderna considera que las fuerzas están entre las realidades más fundamentales.
La opinión ortodoxa más común es que existen cuatro fuerzas fundamentales, explicables unas en función de otras:
la gravedad, el electromagnetismo y las fuerzas nucleares débil y fuerte (estas fuerzas menos conocidas mantienen unificado el interior del electrón).
El intento de explicar estas cuatro fuerzas en función de una fuerza última y definitiva se denomina:
"Gran teoría unificada" o "Teoría de todas las cosas".
Teoría Cuántica:
Desde su formulación por Bohr, Schrödinger, Heisenberg y otros, la teoría cuántica (la física de lo más pequeño) ha provocado grandes controversias filosóficas debido a su naturaleza no-determinista.
Y si se piensa en cómo interactuarían los sistemas cuánticos con un sistema macroscópico (el de los objetos del nivel ordinario de experiencia), la teoría se vuelve paradójica.
Por ejemplo, suponga que se dispone de un aparato preparado para detectar si cierto átomo sufre una desintegración espontánea; si el átomo se desintegra, provoca la explosión de una bomba atómica que destruye toda una ciudad. Por tanto, si se produce la desintegración, la ciudad queda destruida; pero si no se produce, sigue intacta. Ahora bien, según las leyes de la mecánica cuántica, el átomo puede estar en estados superpuestos en los que al mismo tiempo se desintegra y no se desintegra. ¿Qué ha pasado con la ciudad y con la bomba? No es posible estallar y no estallar; sin embargo, la teoría cuántica admite esta posibilidad a nivel cuántico.
Una famosa y radical solución a la paradoja de cómo conectar el nivel cuántico con el nivel de los objetos macroscópicos sería decir que el acto de medir el estado cuántico es lo que hace que se resuelva en un sentido u otro. Pero algunos científicos, incluido Albert Einstein (1879-1955), sostienen que el problema reside en la ignorancia de algún factor o variable oculta que todavía no se ha descubierto y en que, pese a su éxito empírico, la teoría cuántica aún no está completa.
II. Fenómenos paranormales
¿Hay algo fuera del mundo natural?
¿Existen realmente los fantasmas, los espíritus y otros fenómenos paranormales?
Algunos parecen creer en espíritus, y numerosas páginas informan acerca de encuentros con ellos.
Pero ¿hay algo de realidad en tales fenómenos?
Lo sobrenatural es lo que presuntamente está por encima, o más allá de lo natural.
La creencia en seres sobrenaturales o en espíritus sigue siendo popular en el presente, pero a diferencia de otras épocas, ahora existen razones científicas para cuestionar dichas creencias si entran en conflicto con lo que defiende la ciencia moderna.
Algunos filósofos sostienen que existen fenómenos que están fuera del mundo natural, si bien la mayoría de estas propuestas carecen de formulación clara y de apoyo empírico.
Otra alternativa es la idea de que los fenómenos mentales no sean físicos.
Se argumenta que, si se tiene en cuenta la comprensión expuesta del término físico, sería claramente improbable que cualquier fenómeno mental fuera físico, ya que ello no figura entre las categorías establecidas por la física contemporánea.
Sin embargo, según los biopsicólogos, los procesos mentales se pueden interpretar como:
"Estados hipotéticos del sistema nervioso, que pueden inferirse a través del comportamiento públicamente observable, y ser estudiados de forma indirecta a través de, por ejemplo:
la modificación del comportamiento tras una serie de entrenamientos, del lenguaje, de la escritura, de la resolución de problemas, o de las técnicas de neuroimagen"
Los procesos mentales son, por tanto, procesos neurales que pueden ser estudiados, y no se acepta la existencia de ningún fenómeno paranormal que no sea físico, y que no pueda ser observado como objeto de estudio.
Una descripción plausible de lo natural sería la totalidad de la realidad.
Pero ¿qué significa que algo es real?
Y ¿cómo se podría definir la "totalidad" de la realidad?
Desde este punto de vista, la naturaleza no podría ser la totalidad de la realidad, sino que sería más bien una parte de ella.
Quienes creen en lo sobrenatural suelen decir que la realidad es más amplia y vasta que los asuntos tratados por la ciencia.
El filósofo David Hume (1711-1776) argumentaba que, si bien los hechos sobrenaturales no son lógica o conceptualmente imposibles, ante el relato de un suceso sobrenatural e inexplicable, siempre hay motivos para creer que ha habido una confusión o algún montaje, de manera que no se ha dado un fenómeno incompatible con la experiencia normal y con las leyes de la física.
Según Hume:
"Ningún testimonio es suficiente para probar la existencia de un milagro, a menos que el testimonio sea tal que su falsedad sea más milagrosa que el hecho en cuestión"
Los escépticos de lo sobrenatural suelen afirmar que tales fenómenos son imposibles.
Aquí se debe distinguir entre que la existencia de algo sea lógicamente imposible (como que un objeto sea al mismo tiempo cuadrado y no-cuadrado) y que sea incongruente con lo que se sabe.
Por ejemplo, no es lógicamente imposible que si uno salta por la ventana pueda volar hacia las nubes sin ayuda, pero es incongruente con lo que se sabe de la gravedad.
Asimismo, mientras que la idea de la existencia de los espíritus puede no ser contradictoria lógicamente, si las supuestas características de tales criaturas son incongruentes con lo que se sabe por la ciencia, no se debería creer en su existencia, aunque ésta sea lógicamente posible en algún sentido.
Quien crea en lo paranormal podría decir que ésta es, precisamente, la cuestión:
los fenómenos sobrenaturales mostrarían que las actuales leyes científicas son falsas.
Según David K. Lewis, escéptico de lo sobrenatural:
"Hay un cuerpo unificado de teorías científicas del tipo que ahora se aceptan y que, juntas, proporcionan una versión verdadera y exhaustiva de todos los fenómenos físicos...
Lo que los científicos afirman actualmente en sentido contrario es derrotismo o filosofía"
David K. Lewis, "An Argument for the Identity Theory", en Journal Philosophy 63 (1966)
Los defensores de la controvertida parapsicología suelen insistir en la categoría científica de esta disciplina al señalar que, en las investigaciones de los denominados fenómenos como la percepción sensorial y la psicoquinesia, se utilizan métodos científicos (experimentos, estadísticas, teorías).
Si tales fenómenos existen, los parapsicólogos no pondrían objeciones a que su disciplina se denominara ciencia, en cuyo caso dichos fenómenos dejarían de contar como parte de lo sobrenatural.
Por lo demás, la parapsicología sostiene que el resto de la ciencia ha ignorado algunos fenómenos naturales que tienen existencia genuina.
Sin embargo, la actividad científica se articula dentro de un conjunto de normas que giran en torno a hacer de la ciencia una actividad consciente y deliberadamente crítica y constituyen lo que se denomina método científico. Esta actividad se realiza en cuatro etapas:
observación; formulación de hipótesis; contrastación empírica; y creación de leyes y teorías.
Algunos filósofos sugieren que no tiene mucho sentido intentar definir los fenómenos inobservables, parapsicológicos, en relación a la ciencia.
Lo consideran simplemente como algún tipo de ensoñación teñida de deseos personales.
Shakespeare dice:
"There are more things in heaven and earth, Horatio,
Than are dreamt of in your philosophy"
("Hay más cosas en el cielo y en la tierra, Horatio,
de las que tu filosofía sueña"
William Shakespeare (1564-1616), "Hamlet", Act II scene 2 (1599-1601)
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Quienes creen en lo sobrenatural argumentan que los fenómenos paranormales podrían ser tal vez diferentes
aspectos de la realidad: una realidad que simplemente aún estuviera más allá del alcance de la ciencia actual |
