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martes, 18 de febrero de 2025

Miguel Hernández

 


Gabriel Sozzi "Busto de Miguel Hernández" en el Paseo de los Poetas, El Rosedal (Buenos Aires, Argentina)

La poesía viril y emocionada de Miguel Hernández constituyó una auténtica renovación de la lírica española.
Su fuerza es como un grito de escape hacia regiones de belleza que parecen inaccesibles, inalcanzables.
Una poesía bellamente formal, un hito en la lírica de la época.
Una retorcida angustia, nostalgia y sentimiento se condensan en soberbios sonetos, clásicos y arquitectónicos.
 Y otros en tercetos encadenados, breves e hirientes, plenos de amor y del presentimiento de la muerte cercana.





Miguel Hernández (Orihuela -Alicante- 30 de octubre de 1910)
(Prisión de Alicante, 28 de marzo de 1942)

De familia humilde y autodidacta genial, Hernández es uno de los casos más prodigiosos de asimilación de un mundo poético latente.
Aunque considerado como un epígono de la generación del 27, se percibe en su breve obra algo más que la actitud estética de escuela.
Fue un renovador y una figura puente, un enlace entre la poesía de la preguerra y de la posguerra.
Su mundo creativo goza de una mayor estimación en la generaciones actuales que el de sus maestros.
En su concepto pesimista y angustiado del mundo hay cierto regusto unamuniano, no muy difícil de explicar.


Josefina Manresa (1916-1987) en 1930

Josefina Manresa fue para Miguel Hernández, además de su mujer y madre de
sus hijos, musa de inspiración poética y guardiana de su legado en los duros
años de la clandestinidad.
Poesía

Se dio a conocer en 1933 con el libro primerizo "Perito en lunas"
sintetizaba todo el ideal encerrado en los poemas de la revista "El gallo", que él mismo fundó.

1933 "Perito en lunas"
un conjunto de 42 octavas reales que revelan el gusto de la época por la poesía de Luis de Góngora (1561-1627) y, más concretamente, por la elaboración metafórica del poema.

Miguel Hernández "Menos tu vientre"
1937 "El rayo que no cesa"
es considerada la obra más importante de toda su producción lírica.

Lleva a su máxima expresión los temas universales del amor, la vida y la muerte, impregnados de un sentimiento trágico que culmina con el célebre poema: 
"Elegía a Ramón Sijé"

Como un homenaje a su gran amigo y mentor de los jóvenes poetas de Orihuela, muerto en la cárcel cuando tenía tan sólo 22 años de edad.

"El rayo que no cesa" simboliza:
el vigor de las furias del mundo agresivo que rodean al poeta, convertido en una fuerza cósmica.
Significa el rayo atmosférico o el rayo solar como identidad cósmica inagotable.

1937 "Viento del pueblo"

1937/38 "El hombre acecha"

1938/41 "Cancionero y romancero de ausencias":
"diario íntimo con las ventanas abiertas de par en par sobre el mundo" (en palabras de su biógrafo y traductor Darío Puccini).

1941/42 "Últimos poemas":
entre los que destaca el conmovedor poema dedicado a su hijo: 
"Nanas de la cebolla" 

Miguel Hernández "Umbrío por la pena"


Teatro

1933 "Quien te ha visto y quien te ve y sombra de lo que eras"
auto sacramental.

1934 "El torero más valiente"

1935 "Los hijos de la piedra"
drama revolucionario sobre los acontecimientos de Asturias en 1934.

1937 "El labrador de más aire"
drama en verso.

1937 "Teatro en la guerra". 



Miguel Hernández "Elegía a Ramón Sijé"

Ramón Sijé (1913-1935) murió en la cárcel cuando tenía 22 años de edad 

Elegía a Ramón Sijé (Miguel Hernández)

(En Orihuela, su pueblo y el mío, se me ha muerto
como del rayo Ramón Sijé, con quien tanto quería)

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma tan temprano.

Alimentando lluvias, caracoles
y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte
a parte a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.

Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de mis flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irá a cada lado
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas...
de almendro de nata te requiero:
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.  


Firma de Miguel Hernández


Miguel Hernández (1910-1942) y Josefina Manresa (1916-1987)

Tuvieron dos hijos: Manuel Ramón (1937-1938) y Manuel Miguel (1939-1984)



Miguel Hernández
Miguel Hernández "Llegó con tres heridas
Nanas de la cebolla (Miguel Hernández) 

La cebolla es escarcha/ cerrada y pobre
Escarcha de tus días/ y de mis noches.  
Hambre y cebolla/ hielo negro y escarcha 
grande y redonda.

En la cuna del hambre/ mi niño estaba. 
Con sangre de cebolla/ se amamantaba. 
Pero tu sangre/ escarchada de azúcar 
cebolla y hambre. 

Una mujer morena/ resuelta en luna, 
se derrama hilo a hilo/ sobre la cuna. 
Ríete, niño,/ que te tragas la luna
cuando es preciso.

Alondra de mi casa/ ríete mucho. 
Es tu risa en los ojos/ la luz del mundo.  
Ríete tanto/ que en el alma al oírte
bata el espacio.

Tu risa me hace libre,/ me pone alas.
Soledades me quita,/ cárcel me arranca.
Boca que vuela,/ corazón que en tus labios
relampaguea.

Es tu risa la espada/ más victoriosa.
Vencedor de las flores/ y las alondras. 
Rival del sol./ Porvenir de mis huesos
y de mi amor.

Miguel Hernández "Para la libertad"
La carne aleteante,/ súbito el párpado 
el vivir como nunca/ coloreado. 
¡Cuánto jilguero/ se remonta, aletea, 
desde tu cuerpo! 

Miguel Hernández "El niño yuntero"
Desperté de ser niño,/ nunca despiertes. 
 
Triste llevo la boca:/ ríete siempre.  
Siempre en la cuna,/ defendiendo la risa 
pluma por pluma.

Ser de vuelo tan alto,/ tan extendido,  
que tu carne es el cielo/ recién nacido. 
¡Si yo pudiera/ remontarme al origen 
de tu carrera!
 
Al octavo mes ríes/ con cinco azahares. 
Con cinco diminutas/ ferocidades.
Co cinco dientes/ como cinco jazmines 
adolescentes. 

Frontera de tus besos/ serán mañana,  
cuando en la dentadura/ sientas un arma. 
Sientas un fuego/ correr dientes abajo  
buscando el centro.

Miguel Hernández "Pintada está mi casa"
Miguel Hernández "No pudimos ser"
Vuela niño en la doble/ luna del pecho: 
él, triste de cebolla,/ tú, satisfecho. 
No te derrumbes./ No sepas lo que pasa 
ni lo que ocurre.


Miguel Hernández "Andaluces de Jaén" 
Miguel Hernández "Palabras que no se lleva el viento"


Antonio Buero Vallejo (1916-2000) "Retrato de Miguel Hernández" (1940)

Su testamento humano y político queda emotivamente reflejado
en los dos últimos versos que escribió:

"Adiós hermanos, camaradas, amigos:

despedidme del sol y de los trigos"


Miguel Hernández (1910-1942)





Brumas

Lanbroa Volver.. ...y la lluvia en mis ojos y la niebla en mis labios... ...y esas brumas de plata que recue...

Brumas (Lanbroa, 15 de agosto de 2018)

Volver....................y la lluvia en mis ojos y la niebla en mis labios..............y esas brumas de plata que recuerdo y amo...............y esa nostalgia.......................hace tantas lluvias que no volvía............................. Respiro..................y el mar en mi norte y el norte en el viento..............y esos verdes y grises que añoro........que amo...............y esa sensación........................hace tantos mares que no volvía.............................. Llego.....................y las lágrimas en las nubes y el silencio en los tejados...........y esas brumas de musgo que conozco y amo.............y ese dolor.....................hace tantas lágrimas que no volvía.......................... Sonrío....................y la sonrisa en la ventana y la hiedra en los abrazos.........y esas brumas de otoño que adoro........que amo..............y esa alegría..................hace tantas sonrisas que no volvía........................... Hablo.....................y hay silencios que gritan palabras calladas..............y hay voces antiguas en las brumas de nácar..............ese extraño lenguaje que comprendo y amo...............y esa emoción......................... hace tantos silencios que no volvía.............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. .............. ..................... .............. .................. .............. .............. ........... Y recuerdo...............los días pasados..........las caricias perdidas..........las manos de seda..........los besos dormidos..............y esas brumas del tiempo que tanto he amado.....................y esa belleza........................ hace tanto amor que no volvía.....................